Nota del editor: Esta historia debió ser exclusiva para nuestros suscriptores, pero como un aporte a quienes se esfuerzan por emprender y mejorar la economía del país, la ofrecemos abierta a todas nuestras audiencias.

Los mares y ríos de Ecuador son usados para arrojar desechos. No es sorpresa ver plásticos en las playas y en las orillas de los ríos. Y bajo la concepción de reducir esa contaminación ambiental es que Andrea Torres y su familia idearon productos que no son perjudiciales con el entorno.

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Andrea junto con su padre, Álex, y su hermana Daniela pensaron en productos de limpieza cuyo envase y contenido sean ecoamigables. Y gracias a los conocimientos en ingeniería química de Álex lograron crear un detergente a base de enzimas biodegradables y un destapador de cañería.

“Nos dimos cuenta de que hay componentes que son muy costosos y difíciles de sacar del agua residual, como el nitrógeno y fósforo, que se utilizan para fabricar detergente o productos de base jabonosa como lavavajillas, y empezamos a investigar sobre las enzimas biodegradables como una alternativa para remover nitrógeno y fósforo, y nos dimos cuenta de que es una materia prima excelente para fabricar productos que no contaminen al usarlo”, cuenta Andrea, de 32 años.

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Durante el 2017 se concentraron en el desarrollo de esos productos midiendo la efectividad y aroma, pero faltaba el nombre y le colocaron Hogar Verde, hoy un negocio reconocido en Quito. “Todas las formulaciones son diseñadas por mi padre y hacíamos pruebas y nuestro control de calidad siempre fue la familia, mi madre, nuestras abuelas, y probaban que se remuevan las manchas hasta llegar a perfeccionar la fórmula”, recuerda Andrea, también directora de Comunicación.

Un año después, Hogar Verde dio un salto a las ferias de emprendedores, un espacio que los ayudó a darse a conocer y dar paso a las entregas a domicilio en 2019.

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El objetivo era seguir creando una estructura: más productos y que sean accesibles. Y fue así que a los dos productos iniciales se unió el desengrasante biodegradable, lavavajilla y jabón de mano. Este último impulsado por Daniela, gerenta de Producto.

Las cápsulas de detergente ecoamigable, entre los productos de Hogar Verde. Foto: Alfredo Cárdenas. Foto: Alfredo Cárdenas.

Esta familia cada vez sintonizaba más y Hogar Verde no solo era un producto, sino también una página web y redes sociales con consejos, por ejemplo, cómo remover esa mancha de café o de labial. “Nos gustaba porque las personas empezaban a ser más conscientes con su salud, con el planeta”, apunta Andrea.

Meses después llegó la pandemia de COVID-19 y fue un susto para ellos. Sin embargo, terminó siendo lo contrario: una tranquilidad y aumento en sus ventas. “Fue un crecimiento muy grande para nosotros. Gracias a Dios teníamos ya manejada esta infraestructura de entregas a domicilio, entonces no nos cogió de sorpresa. Ese año nos mudamos a un taller de producción en Tumbaco”, señala.

En ese recorrido sí han tenido obstáculos y más por costumbres. “El momento en que en la gente ya prevalece el producto, se da cuenta de que son iguales o más eficientes (que los comunes) y eso para nosotros es un labor supergrande, viene de la mano ese reto, el cómo lanzarlo al mercado para comunicar y la gente se anime, cómo se utiliza”, explica Andrea.

Con una inversión de 100 dólares, y botellas sin logo, Wilfrido García empezó a vender cocteles que le permitieron educar a sus hijos y hoy son el sustento y progreso familiar

En el periodo de 2019 a 2020 Hogar Verde registró 155 % de ventas anuales; del año de pandemia al 2021 fue el 59,33 % y del 2021 al 2022 fue de 8,91 %. Tienen ocho productos en el mercado, como las 60 ecotabletas de detergente biodegradable, para 60 lavadas, a $ 19,68; el destapador de cañería a $ 18,35; el galón de jabón líquido de manos en $ 11; pasta dental natural en $ 6,96 y hasta un cepillo de dientes de bambú en $ 5.

Hogar Verde está presente en más de quince tiendas, como Minka, Gracies Natuals, La Tiendita, Healthyland Market, Vitaleco, Te Quiero Verde, entre otras, y algunas se encuentran en Quito, Cuenca, Puyo, Riobamba, Portoviejo. Hace poco lograron ingresar a Megamaxi, Supermaxi y Superaldos en Guayaquil, Esmeraldas, Manta y otras ciudades.

Para Andrea, este camino de casi siete años ha sido una experiencia, un gran orgullo y un mayor logro. “Esto me ha permitido conocer a mi padre y a mi hermana en un ámbito empresarial. Esta relación, y es siempre lo que nos preguntan, creo que funciona porque cada uno respeta las opciones del otro y tenemos bien designados los roles al momento de la toma de decisiones. Y hay mucha confianza con el trabajo del otro”, menciona.

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Hogar Verde, además de estar en tiendas especializadas y supermercados, espera exportar. “Creemos que pueden llegar a más personas. Y mientras más utilicen productos de limpieza biodegradable, menor contaminación va a haber en nuestros ríos y mares”, indica y agrega que la convicción siempre será educar a la comunidad.

La quiteña cree que para llegar lejos es necesaria la motivación. “Una convicción que nazca desde una motivación, que sea una cuestión de todos los días levantarse a seguir trabajando en esa idea, a pesar de cualquier reto o gracias a esos retos, motivarse aún más. ¿Por qué? Creo que cuando uno emprende tiene que ser con una motivación muy fuerte y personal, como por ejemplo es para nuestra familia y el cuidado de los demás”, expresa Andrea. (I)