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Como si le hubiesen tirado una piedra en el parabrisas, así quedó la visión de Sebastián Beccacece en Ecuador: resquebrajada.
El biotipo físico ecuatoriano es por lejos el más impactante de Sudamérica.
En aquellas Libertadores eran comunes las goleadas vergonzantes, había países no tan desarrollados futbolísticamente. Se daban resultados de cinco y seis goles.
El tiempo, juez esclarecido, dará su veredicto: la fortuna, que no una decisión elaborada, le hizo enorme favor al Paris Saint Germain: que se marchara Mbappé.
En 1971, la “pelea del siglo” entre Joe Frazier y Muhammad Ali superó las expectativas. Más de 300 millones en el mundo vieron este encuentro.
Alisson Becker tapó como un faraón. No fue buena ni muy buena, no fue excelente ni brillante sino mucho más que eso. Tal vez descomunal, colosal, monstruosa.
Cada vez que empieza la Copa surge el recuerdo de Pancho Sá, el máximo ganador de la historia de la Libertadores con seis títulos.
Antiguamente, si un partido terminaba 5 a 4 el público y el periodismo se alegraban. Ahora está mal visto, es sospechoso de mala praxis.
¿Otra vez el Real Madrid campeón de Champions…? ¿Los demás no existen…? ¿Dónde están…? ¿No es que en Europa hay muchos grandes…? Parece que hubiera uno sólo.
“Yo nunca firmé un contrato”, contaba don Hipólito. “¿Qué contrato?, si ni sueldo teníamos. Nosotros no, pero los jugadores de los otros clubes trabajaban todos
Imprimió al club su carácter feroz, indomable y vencedor. Es como dice José Santamaría: “En su vocabulario no entraba la palabra empate”.
La frase entró en la mitología popular y el fútbol, constituido en una metáfora permanente de la vida, la incorporó a las cosas cotidianas.
Cristiano sopló sus 40 velitas el miércoles, dos días después de marcar un doblete al Al-Wasl de Emiratos Árabes Unidos.
Jhon Jáder Durán se va a Arabia Saudita. El Al Nassr pone 77 millones de euros más 13 en objetivos (seguramente alcanzables).
En 2018 se convirtió en el presidente del Valladolid. Sin embargo, no ha salido bien, los fichajes han sido una pesadilla y deportivamente es un naufragio.
El entrenamiento, la alimentación y las nuevas tácticas tienen poco que ver, lo que cambió es el grado de dificultad, que es veinte veces mayor.
Cuando el Barça juega bien nos reconcilia con el fútbol. Es algo distinto, por su vocación ofensiva, su compromiso estético, su indeclinable obsesión por jugar.
Los títulos no explican todo. Sí ayudan a dimensionar la grandeza. Por esos vericuetos del destino se escapa para muchos el momento cumbre, la foto del festejo.
Un sujeto sencillo, afable, de perfil bajo, que muestra un presente ilusionante. Cuando está polarizado entre técnicos tacticistas o paternalistas, él es ambos.
¿Tendrá lugar el Sudamericano Sub-20 en Venezuela…? El torneo, que otorga cuatro cupos al Mundial de la categoría, debe comenzar en once días.