La asambleísta reelecta y hermana del expresidente Rafael Correa, Pierina Correa, advierte que no le gusta meterse en la vida privada de nadie y, por ello, señala que no conoce detalles de las desavenencias personales entre el exvicepresidente Jorge Glas y el legislador Ferdinan Álvarez, que hace pocas horas se desafilió del movimiento Revolución Ciudadana. Pero, en todo caso, dice que estas no tendrían por qué afectar la unidad del movimiento ni crearse “bandos” a favor de uno o del otro.

Pierina Correa ha sido también muy crítica del esquema de trabajo de las directivas de la RC, sobre todo en la última campaña electoral, aunque no ha dado nombres.

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La dirigente correísta apunta a varios factores en la derrota de la candidata Luisa González, entre ellos el hecho de que muchos no estén listos para ver a una mujer como presidenta de la República.

Tras la derrota electoral de la segunda vuelta, usted hizo unas declaraciones en el sentido de que las personas que están en la dirigencia no deberían ser funcionarios. No dio nombres, pero a los pocos días Marcela Aguiñaga renunció a la presidencia del movimiento. ¿Se sintió ella aludida?

Primero le voy a contestar sobre la derrota. Yo no la defino así. Para nosotros este proceso de elecciones quizá no fue una victoria en términos de que no se alcanzó el objetivo de la Presidencia, pero sí ha sido una mejora completa en cuanto a votación del movimiento. O sea, si comparamos con el 2021, la Asamblea como tal, la lista nacional, por ejemplo, o si quieres decir ‘yo’, incrementamos en más de 800.000 los votos, y te estoy hablando con corte a primera vuelta. No tengo los resultados de los migrantes, por ejemplo, que se repitió (la votación).

En mi caso, tuve 2,5 millones de votos aproximadamente en el 2021; ahora, en primera vuelta, 3,4 millones. Entonces, sí hubo una importante sumatoria de votos que permitió entrar a un asambleísta más, y el séptimo asambleísta se quedó a poco. Por otro lado, también se incrementó la votación para el binomio, aunque no ganamos. En segunda vuelta subió la votación con respecto de la primera.

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A mí me tocó gerenciar Sierra Centro, las provincias Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, consideradas las más antagónicas electoralmente hablando hacia nosotros. Sin embargo, en Cotopaxi nuestra asambleísta quedó como más votada; en Bolívar logramos un asambleísta, que no teníamos; y en Chimborazo y Tungurahua mantuvimos nuestros asambleístas. En la segunda vuelta presidencial subimos la votación en promedio de las cuatro provincias, más de quince puntos porcentuales con respecto a la primera vuelta, que no alcanzó porque, obviamente, esas provincias no definen la votación nacional.

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A partir de eso viene todo el rollo. Yo estoy acostumbrada a trabajar así. ¿En la Federación (del Guayas) qué hacíamos? Nos reuníamos antes de los juegos nacionales con el personal técnico y los directores departamentales (…) y hacíamos la planificación. Luego, a lo largo de la planificación se va evaluando cada etapa y se van haciendo los ajustes. Y al final volvemos a tener una reunión y hablamos de las proyecciones: “Ah, vamos a quedar campeones aquí; vamos a obtener tantas medallas o tantos puntos…”. Y, luego de desarrollados los juegos, volvemos a hacer la evaluación de todo el proceso (…). Se pierda o se gane, hay que hacer esa evaluación; si hay cosas buenas, fortalecerlas; y si hay cosas en las que nos equivocamos, corregirlas. No te estoy diciendo: “Tú fuiste la culpable”. Cuando se haga la evaluación de la campaña, que ya están planificando un taller, yo diré lo que vi, aplaudiré lo bueno que se hizo y diré lo que me parece que no estuvo bien.

Ahora, la alusión a los directores no la vengo haciendo ahora o cuando fue electa Marcela; lo vengo diciendo desde siempre. ¿Por qué razón? Porque será que yo me tomo en serio las cosas. Por ejemplo, a mí me eligieron para asambleísta y me dicen: “Pero usted debería asumir la dirección nacional”. Gracias por el voto de confianza, pero a mí me eligieron para asambleísta y yo tengo que meterme de cabeza al 100 %, y no me queda porcentaje para lo otro. Entonces, voy a hacer las cosas a medias. No soy así.

Mi observación no va con dedicatoria para el director nacional; es para todos. Yo quisiera que se incluya en el estatuto que quienes asuman la dirección en cualquier nivel territorial no puedan ser candidatos en las dos siguientes elecciones, porque, si yo soy la directora, ¿quién va a ser más visible?, ¿tú o yo? Todo el mundo me va a conocer. Voy a tener ventaja sobre otros que legítimamente aspiren. Además, el director es quien sugiere los perfiles para posibles candidaturas.

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¿Y por qué cree que renunció Marcela?

Habría que preguntarle a ella. En el video no dice las razones.

Ella dice que ha sido víctima de calumnias e infamias.

No sé quién se las ha dicho, porque yo no le he dicho media calumnia ni infamia ni a ella ni a nadie. Cuando yo digo algo en público, es porque tengo el sustento para probar; si no, así sepa, me quedo callada (...). Ella no tenía razones para renunciar, si ya estaba de salida. ¿A qué me refiero? Que su periodo terminaba en agosto y estaba en funciones prorrogadas, porque, evidentemente, en pleno proceso electoral no tenía ningún sentido organizar o convocar a una asamblea, a una convención para, o elegir nueva directiva, o ratificar la existente.

¿Y usted ha estado satisfecha con la gestión que hizo Marcela?

Marcela menciona que gracias a ella somos un montón de cosas, y yo, honestamente, qué ha hecho o qué no ha hecho, no lo sé. Yo tengo la costumbre, buena o mala, de decir: “Bueno, me dieron esta función. Vamos a trabajar de cabeza”. Yo no soy de hacer la campaña a media llave. Ahora, en las cuatro provincias que me tocaron, he caminado el páramo, he entrado a las comunas, he atendido la zona rural, la zona urbana, con todos los grupos y todas las representaciones de la sociedad civil, con autoridades electas, con rectores de universidad, con estudiantes, con artesanos, con todo el mundo, porque creo que eso es lo correcto: escuchar a todos. Y de paso, rindiendo cuentas e informando y educando al ciudadano.

¿Y eso no lo ha hecho la prefecta?

No sé si lo habrá hecho. Yo no he estado en ningún proceso de capacitación que ella haya dado, si es que ha dado. Yo hago esto por convicción y por experiencia propia…

¿Por qué cree que Luisa perdió?

Yo creo que es una suma de factores. Para comenzar, la distancia era tan corta que podía haber perdido o ganado cualquiera de los dos. Al final se decantaron por Daniel. Por ahí hay unas voces que dicen que hubo fraude; no lo sé. Pero hubo buenas noticias: se bajaron los nulos y los blancos; quiere decir que la gente al final decidió tomar una postura.

A lo mejor, la gente está saturada de los rostros de la Revolución Ciudadana; no lo sé, a pesar de que fue la segunda candidatura de Luisa, pues ya había sido asambleísta por Manabí en el periodo 2021-2023.

Creo que incidió, además, el tema del asesinato de Fernando Villavicencio. Nos endosaron ese crimen, sin saber leer ni escribir, y de manera muy irresponsable instaron a la gente a salir a las calles y acusarnos; agredieron centrales, agredieron vehículos identificados con nosotros, agredieron militancia. Eso no es correcto. Y fuimos nosotros entre los primeros en solidarizarnos con la familia, porque nadie debe morir en esas circunstancias. E hicimos un pedido a la Fiscalía y al Gobierno nacional para que se llegue al fondo de la investigación y salga la verdad y se conozca quiénes realmente estuvieron detrás de esto, porque mucha gente lastimosamente come cuento, no verifica...

Otro factor es que hay personas que todavía no se animan a ver a una mujer al frente de la Presidencia, que se asocia a la fortaleza, a la lucha, con los hombres…

También hay analistas que señalan que la figura del expresidente Correa es tan fuerte que opaca a cualquiera que ponga como candidato presidencial.

Yo creo que todos reconocemos el liderazgo indiscutible de Rafael, y personas que no son afines a nosotros han dicho que el correísmo está muerto. ¿Cómo así una persona que está a miles de millas de distancia con un celular en la mano tiene este reconocimiento? Por eso, también se habla del famoso voto duro. Pero el candidato tiene que poner lo que haga falta para llegar a obtener los votos.

En los últimos días ha trascendido una serie de audios y de documentos judiciales que involucran al exvicepresidente Jorge Glas con una exasesora, Soledad Padilla, y su pareja, el asambleísta Ferdinan Álvarez. ¿Qué sabe usted de esta historia?

No conozco la historia, y honestamente te voy a decir que tengo desde chiquita la costumbre de no meterme en la vida personal de nadie. Que cada cual responda por sus actos y por sus dichos. Lo que sé es que un asambleísta y excoordinador temporal del bloque, Ferdinan Álvarez, y el exvicepresidente Glas han confrontado. Yo no he querido involucrarme a propósito, porque es un tema tan personal e interno de ellos que creo que nadie debería meterse, aunque ya trascendió a demandas, pero es entre ellos, no contra el movimiento. Entre las cosas que dicen está que Ferdinan ya abandonó el bloque. Yo no lo he visto para nada.

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¿No ha participado en las reuniones del bloque?

Solo una reunión se ha realizado, que fue ayer (domingo 22). Nos comimos unos cangrejos.

¿Dónde fue?

En la casa de una persona amiga, en Guayaquil. Estuvimos creo que 35 asambleístas. Muchos se excusaron porque hay algunos que están gastados como consecuencia de la campaña, y otros, como Luisa, ya tenían algún evento familiar o algo.

¿En qué medida estas pugnas personales están afectando la cohesión del bloque?

En nada, porque, como te digo, son temas puntuales, personales entre Ferdinan y Glas. ¿Por qué tendrían que afectar al bloque? No soy partidaria, primero, de meterme en temas personales; y segundo, tampoco me parece que debamos tomar partido por uno o por otro.

Pero más allá del problema personal, estos audios han revelado algunas prácticas que podrían considerarse de corrupción, porque ahora se sabe que la señora Padilla estaba enrolada en la Prefectura de Pichincha, pero su labor principal era de ser asistente del exvicepresidente. Y esto fue decidido por una autoridad importante del movimiento, Paola Pabón, algo que fue confirmado por un comunicado de la institución.

Leí el comunicado, me llegó, pero, nuevamente, ¿por qué tendría eso que afectar al movimiento? Paola Pabón es prefecta de Pichincha y es parte de la Revolución Ciudadana, pero es una decisión que toma, en todo caso, como prefecta. ¿Por qué tendría que afectar al movimiento? Quien tiene que dar razón del tema es ella.

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Pero esa es una actuación, por no hablar de corrupción, al menos poco ética, porque está enrolando a una persona que no está trabajando en la Prefectura.

Si es así y se incurre en una irregularidad, en una ilegalidad de lo que sea, hay autoridades que están asignadas a revisar eso. O sea, lo que yo le digo es que no tiene esa acción por qué afectar al movimiento como tal. Son dos cosas completamente diferentes.

Sobre el futuro del movimiento, ¿Luisa va a asumir la presidencia?

El tema no es automático. Hay que ir a una asamblea, a una convención. Eso toma un tiempo para prepararla, y se supone que es la militancia debidamente acreditada para esta reunión la que debe pronunciarse en cuanto a quiénes integrarían el nuevo directorio o si solo se llena la vacante, que es la presidencia. Luisa es uno de los nombres que se están mencionando, pero también hay otros que podrían ser considerados, que tienen cercanía con la gente, que saben de organización, que vienen trabajando con grupos civiles, con gremios, con frentes. (I)