Hemos mencionado en varios trabajos que la inclusión financiera es una expresión que da cuenta de la realidad cotidiana, representada, por ejemplo, en el hecho de que un campesino o un montuvio de zonas rurales pueda abrir su primera cuenta de ahorros para efectuar sus gastos diarios desde su teléfono celular, sin tener que viajar a la ciudad más cercana (Guayaquil, Quito, Machala, Cuenca, Santo Domingo, etc.) a retirar dinero para hacer pagos, incurriendo en costos adicionales, como transporte o alimentación.

Existe evidencia de que la inclusión financiera contribuye al crecimiento económico y mejora la distribución del ingreso. La información para analizar la situación de un país, en términos de inclusión financiera, es la que se obtiene de la encuesta que realiza el Global Findex del Banco Mundial, cuya serie corresponde a los años 2011, 2014, 2017, 2021; respecto de la cual se puede profundizar en dos de sus cuatro pilares: acceso y uso.

La última encuesta Global Findex corresponde a 2021 y podemos observar que, en términos de “ACCESO”, la “posesión de una cuenta” es una forma segura de almacenar dinero y generar ahorro para el futuro, debido a que facilita el pago de facturas, acceso al crédito, realización de compras, envío o recepción de remesas. En Ecuador el 64 % de la población adulta es titular de una cuenta en una institución financiera, 7 puntos porcentuales debajo del promedio de los países de América Latina y el Caribe (ALC). Ecuador presenta un 26 % (13,3 p. p.) más de crecimiento en el acceso a cuentas frente al 2017.

En términos de “USO”, la encuesta destaca que los propietarios de cuentas las usan para pagos digitales, ahorros, créditos y otras ventajas conforme a sus necesidades (recepción de salarios, privacidad para sus transacciones, reducción de tiempo). Entre los principales indicadores se encuentran “pagos digitales”, el incremento de canales digitales (internet y móvil). Para compra en línea, coloca a Ecuador bajo el promedio de ALC.

En resumen, si seleccionamos otros indicadores del Global Findex 2021, la situación es similar, concluyendo que Ecuador ha mejorado los niveles de acceso a productos y servicios financieros; sin embargo, en términos de uso, aún existe una tarea inconclusa, particularmente en jóvenes, mujeres, adultos mayores y población rural.

Es destacable la resolución n.° JPRF-P-2023-080 sobre la política y estrategia de inclusión financiera, pues va en la línea correcta. No obstante, se requieren acciones integrales para cerrar la brecha en esta materia y elevar el bienestar financiero de la población excluida vía acuerdos público-privados que (a) promuevan políticas públicas basadas en mejores prácticas, ofertando productos y servicios financieros digitales, diseñados de acuerdo a las necesidades de los segmentos de consumidores; (b) incentiven nuevos modelos de negocios, canales que apoyen la competencia en la industria financiera, en términos de mejores tasas de interés, créditos, transacciones financieras, etc.; (c) mejoren la protección al consumidor y educación financiera, que disminuya el riesgo de uso de prácticas discriminatorias con respecto a segmentos desatendidos. (O)