El pedido de las industrias de que el Gobierno les entregue un diésel subsidiado para la autogeneración eléctrica, genera un amplio debate. Mientras unos sectores consideran que es necesario este nuevo subsidio para generar mayor electricidad y no perjudicar a la industria, para otros sería un error por el costo para el Estado. No hay consenso sobre quién debe pagar la cuenta.

Hay pocas industrias que pueden autoabastecerse de energía con plantas propias que usan diésel. Sin embargo, para que esta autogeneración pueda concretarse de manera más amplia, la presidenta de la Cámara de Industrias y Producción, María Paz Jervis, comentó en estos días en una entrevista televisiva que se requeriría aumentar los cupos de autogeneración y además que el Estado les facilite un diésel eléctrico, es decir un diésel subsidiado.

Actualmente, el diésel para la industria cuesta $ 3,23 por galón, pero el diésel subsidiado para electricidad es de $ 0,92. Ese diésel subsidiado es el que se entrega a toda empresa generadora de energía. Comenta que no existe una razón lógica por la cual las industrias que se autoabastezcan tengan que pagar millonarios costos extras, más aun considerando todas las pérdidas que ya está sufriendo el sector productivo, debido a los apagones.

Publicidad

Sobre el tema, el presidente de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador (Camddepe), Ivo Rosero, indica que la industria en general no tiene subsidios en el diésel que requieren para realizar sus procesos productivos. Actualmente hay muy pocos casos que tienen diésel subsidiado para el tema productivo. Entre ellos el sector pesquero, distinto al sector camaronero al cual ya se le quitó el subsidio en el 2022.

Para él, las empresas que pudieran realizar su autogeneración deberían tener un diésel subsidiado.

Explica que si estas empresas generan electricidad de manera privada, lo que ayudaría a liberar energía para el sistema interconectado, no podrían hacerlo con costos mayores, pues perderían competitividad. Considera que la culpa de todo este desastre es la falta de previsión de los gobiernos anteriores porque no hicieron el mantenimiento necesario para las termoeléctricas, ni dirigieron las inversiones requeridas a nuevos proyectos.

Publicidad

Sin embargo, advierte que sí debe haber controles rigurosos para que ese diésel subsidiado no se desvíe a los procesos productivos o procesos industriales. Explica que no sería difícil demostrar las horas de generación eléctrica y el diésel subsidiado necesario para esta tarea.

En cambio, Jorge Luis Hidalgo, experto en temas energéticos y gerente de la empresa gasífera Green Power, considera que no es conveniente para el país aumentar el volumen de subsidios. Explica que los grandes industriales ya han sido beneficiarios de subsidios eléctricos por diez años. Y, en este sentido, dice que estos contribuyeron a crear el desbalance económico que el sector eléctrico sufre al momento. Debido a este desbalance, no se han realizado los mantenimientos ni se ha logrado recuperar las inversiones para hacer nuevas plantas generadoras.

Publicidad

Para Hidalgo, todo el ahorro que tuvieron los industriales en subsidios eléctricos ahora lo terminan pagando en apagones la población y ellos mismos.

En todo caso, las empresas mineras han sido las primeras en dar un paso en el sentido de salir del sistema interconectado y autoabastecerse. El ministro de Energía (e), Roberto Luque, informó esta semana que esto ocurriría justamente desde este viernes 26 de abril. La idea es que dejen de consumir 33 MW por 60 días.

Las cifras de pérdidas han sido calculadas tanto por el Gobierno como por la industria en $ 12 millones por hora de apagón, lo que en seis horas diarias de apagones representa una pérdida de $ 72 millones al día. El cálculo se hizo en cinco días, por lo que el total de pérdidas en este plazo ha sido de $ 360 millones. En todo caso, mientras más días duran los apagones, más crecen estas pérdidas.

De acuerdo con la Cámara de Industrias y Producción, la Cámara de Comercio de Guayaquil, la Cámara de Industrias de Guayaquil y la Federación Ecuatoriana de Exportadores, las pérdidas son millonarias. El sector que más pierde, en los cinco días calculados, es el de comercio o ventas con $ 150 millones, es decir $ 30 millones día. El sector industrial pierde $ 70,5 millones en cinco días, es decir, $ 14,1 millones diarios y los exportadores habrían perdido $ 63 millones, a $ 12,6 millones por día. (I)

Publicidad