Desde hace 24 horas, la comuna de OIón ha sido tendencia en las redes sociales. Esto desde que ciudadanos y la fundación La Iguana evidenciaron la tala de árboles en un estero.

Esa área, denominada Esterillo Oloncillo, con 2,25 hectáreas, fue declarada en 2001, durante el gobierno de Gustavo Noboa (+) y en la administración de la entonces ministra del Ambiente, Lourdes Luque, como “bosque y vegetación protectores”.

En el 70 % de ese espacio se pretende construir un proyecto inmobiliario, denuncia Roberto Palacios, socio activo de la fundación ecológica Oloncito.

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“Han decidido levantar un proyecto inmobiliario en una franja pequeña y han conseguido la autorización del Ministerio del Ambiente para rellenar el estero y recuperar lo que, algún día, el estero le ha erosionado, como si los esteros son propiedad de las personas”, cuestiona Palacios, y agrega que la compañía aduce que luego de una supuesta erosión perdieron terreno.

La empresa que busca ejecutar este proyecto se llama Vinazin S. A. y fue constituida en junio del 2016 por el ahora presidente Daniel Noboa, con $ 9.999 de inversión, y por José Manzur, con $ 1, según registros de la Superintendencia de Compañías.

Luego, tanto Noboa como Manzur vendieron sus acciones: Noboa a Daniel Correia y Manzur a Lavinia Valbonesi, actual primera dama, en 2021 y 2022, respectivamente. Posteriormente, Correia le vendió sus acciones a Valbonesi, quien aparece como inversionista mayoritaria.

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La empresa Vinazin S. A. planificó este proyecto llamado Echo, que consiste en la construcción de un conjunto de cuatro edificios con distintas plantas cada uno y un total de 24 viviendas. Según el documento, proporcionado por fundación La Iguana, ese proyecto debe incorporar áreas sociales, verdes, parqueos de visitas, vías de llegada, acceso a la playa y malecón hacia el cuerpo de agua, entre otras obras.

Comuneros fotografiaron la tala de árboles. Foto: Cortesía fundación La Iguana.

Además, la compañía Geosísmica es la que realizó los estudios en Olón para la construcción de ese proyecto urbanístico. El ministro (e) de Energía, Roberto Luque, aparece como uno de los accionistas.

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Comuneros y extranjeros se suben a los árboles

Como medida de protesta, algunos ciudadanos se han trepado en los árboles para evitar que sean talados. Joao Ziller, turista brasileño y que vive en Olón hace siete años, asegura que no dejarán que talen más árboles.

“Aquí me quedo hasta el final. Luchamos por una vida mejor y vivir con la naturaleza”, decía el hombre, mientras estaba sentado en una rama.

Ciudadanos están encima de los árboles para evitar la tala de los mismos. Foto: Holger Cruz.

Ana Reinoso, turista guayaquileña, quien alquila en un conjunto residencial, analiza la posibilidad de irse del lugar, en caso que el proyecto se levante. “Me gusta la tranquilidad del ambiente y el cántico los pájaros, pero con esto mejor me voy a otro lado”, expresó la turista.

En el lugar llegaron oficiales de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) y del Grupo de Operaciones Especiales (GOE). Jhon Reyes, presidente de la comuna Olón, presentará una acción de protección.

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Palacios afirma que desde este lunes 6 de mayo se talaron cerca de 12 ejemplares. Ese día se reunieron más de 50 comuneros al filo del esterillo para oponerse a esa tala de algarrobos y de manglar. Hubo policías y funcionarios de la Comisaría Ambiental del Municipio de Santa Elena, quienes verificaron la documentación.

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El comisario ambiental, Wilmer Perero, ordenó que se haga una notificación al constructor para que presente todos los documentos y que se realice un informe del tema. La tala de árboles sí se ejecutó.

“Se pone en riesgo la vida de 300 personas, donde hay lugareños, residentes no permanentes. Y el efecto que causaría, desde ingeniería, es reducir la cantidad de agua que va a desembocar en un invierno fuerte; porque, si el agua no sale en velocidad, sale en altura”, comenta Palacios.

¿Hay permiso para esta obra?

Andrea Fiallos, creadora de la organización ambiental Fundación La Iguana, y quien tiene acercamientos con la fundación Oloncito desde hace varios años por la parte ambiental, asegura que el Ministerio del Ambiente otorgó ese permiso el 4 de enero de 2024.

“Se firmó la autorización para que ellos pretendan una recuperación del terreno por la pérdida que tuvieron en el fenómeno de El Niño. Si ellos hacen esto, entonces todas las personas que están en la línea costera también lo podrían hacer y entonces las casas terminarían encima del mar. Nos sorprenden los permisos que han sido firmados por el Ministerio del Ambiente y sobreponiendo la conservación que tiene, que es de proteger a toda costa la naturaleza y la vida de la gente”, dice Fiallos.

Además, Fiallos señala que con esta intervención se estaría cambiando el eje transversal del esterillo, cómo desemboca en el mar, lo que “trae pérdidas humanas y económicas porque cambia la dinámica de cómo romperían las olas y crearía inundaciones”.

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Según el documento, de enero de 2024, la cartera de Estado autorizó la “ejecución de las obras de recuperación del espacio erosionado e invadido por el cuerpo de agua Estero Oloncito, la reconformación y protección del muro”.

Este medio pidió información respecto a las denuncias en Olón al Ministerio del Ambiente, pero hasta al momento no ha recibido respuesta. También se solicitó una versión al Departamento de Comunicación de la primera dama y no hubo pronunciamiento hasta el cierre de esta publicación.

En la página web de registro de áreas protegidas del Ministerio del Ambiente aparece el estero Oloncillo como un bosque protector. (I)

Registro del estero Oloncillo como un bosque protector. Foto: Captura.

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