El juicio contra Carlos Pólit Faggioni, el contralor “100/100″, en los Estados Unidos representa una auténtica catástrofe para el correísmo. En las últimas semanas un auténtico desfile de testigos ha confirmado lo que la justicia ecuatoriana había ya probado desde hace mucho: que la década del correato fue una década marcada por el robo y la corrupción desenfrenada. Lejos de describir a Pólit como un “lobo solitario” que realizaba sus actos de corrupción solo y a escondidas del resto del gobierno, estos testimonios pintan un cuadro donde la deshonestidad y el soborno eran aprovechados sistemáticamente por toda la cúspide política del correato.

¿Qué implicaciones puede generar en Ecuador el juicio que se lleva contra el excontralor Carlos Pólit en los Estados Unidos? Esto opinan nuestros columnistas

Jorge Glas, el “santo mártir” del correísmo y el nuevo huésped de La Roca, habría recibido no menos de 18 millones de dólares por parte de Odebretch, como lo afirma el testimonio de José Conceiçao Santos.

Una cantidad exorbitante, robada de un país donde el 32 % vive con menos de $ 2,80 al día y con una infraestructura tan frágil que los apagones se han vuelto una realidad cotidiana. Una verdadera bofetada en la cara a todos los ecuatorianos honestos que, con manos limpias y sudor en la frente, trabajaremos todos los días de nuestras vidas sin llegar a ver ni una décima parte de lo que el señor Glas recibió solo por ser vicepresidente de nuestra República.

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Sin embargo, a pesar de esto, los fanáticos del correísmo realizan desesperadas contorsiones mentales y proponen coloridas teorías conspirativas, buscando a toda costa lavarle la cara a la Revolución Ciudadana y seguir repitiendo que #LosCorruptosSiempreFueronEllos. Algunos afirman que los testimonios no son fiables, pues, provienen de corruptos confesos. El absurdo de esta postura, sin embargo, salta a la vista: ¿qué ganan estos testigos, por corruptos que sean, involucrando a personajes como Jorge Glas? ¿Qué le importa la política ecuatoriana a un brasilero procesado en los Estados Unidos? Más aún, esta tesis parece olvidar que estos testimonios están respaldados por videos donde el tío del susodicho negocia con estos corruptos. Otros apologetas argumentan que los testimonios e incluso los videos son pruebas insuficientes, pues solo “encontrando el dinero” se puede concluir que los sobornos de verdad ocurrieron. Esta es una postura infantil, que ignora que los actos de corrupción de esta magnitud nunca se realizan mediante simples transferencias bancarias. Esta obviedad está corroborada por los propios testimonios del caso, donde se relata como muchas de las coimas eran entregadas en efectivo o mediante la entrega de objetos de gran valor. Además, ¿no recuerdan que Cárlos Pólit ya entregó una fianza de 14 millones de dólares en su juicio en los Estados Unidos? ¿No es eso acaso prueba suficiente?

La “vieja confiable” del correísmo de lloriquear que todo es una simple persecución política queda desmentida por el juicio contra Carlos Pólit, el contralor “100/100″ de la década perdida. Nos gobernó una mafia. Y el hecho de que tantos aún la defiendan solo demuestra que la famosa frase de Mark Twain tiene plena validez: “Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados”. (O)