Con ritmo de marimba y rodeada de artistas, folclorista Petita Palma celebró sus 97 años

Esmeraldas

Al ritmo del Andarele vámonos interpretado por el grupo de marimba Tierra Negra fue recibida Petita Palma Piñeiros para celebrar su natalicio número 97.

El homenaje que se realizó en la Casa de la Cultura, núcleo de Esmeraldas, este lunes, 4 de marzo, en el que se rindió también tributo por su trayectoria cultural.

Su hija Flor María fue la encargada de acompañarla desde el ingreso de la puerta hasta el salón principal.

Familiares, amigos, poetas, escritores y artistas la ovacionaron entre aplausos y buenos deseos. La artista también fue recíproca entre abrazos y muchas gracias por el homenaje brindado.

Arrullos y marimba, la herencia de Petita Palma en Esmeraldas

“No me esperaba este homenaje. Me han sorprendido y le agradezco al pueblo esmeraldeño por esta artista afro”, manifestó Petita Palma, entre frases entrecortadas y lágrimas.

Exponentes como Julio Micolta Cuero, Santiago Mosquera, Melissa la Grande, José Sosa Castillo, Juan Montaño Hurtado, Artero Moreno, los hermanos Benjamín y Abelardo Abata, se unieron al homenaje de doña Petita, como le dicen de cariño a la gestora cultural.

Su exalumna de danza de marimba Marisol Cox llegó de Guayaquil para unirse al cumpleaños de su maestra.

Felícita Armijos Palma, una de sus hijas, expuso en su intervención el lado humanista de su madre y actividades desarrolladas antes de ser gestora cultural.

“Mi madre bordó a mano mi traje y zapatos para mis 15 años y fue de color amarillo, porque no había tela rosada en Esmeraldas”, recordó en una de sus anécdotas.

El poeta Julio Micolta le hizo un poema resaltando la trayectoria de Petita Palma como folclorista y formadora de artistas en el ámbito cultural.

También su hijo Alberto Castillo interpretó dos canciones con remembranzas a la artista esmeraldeña.

“El show del mediodía”

Los exlocutores Luis Velasco y Aquiles Arismendi también recordaron la trayectoria de Petita Palma, con el programa musical El show del mediodía, en la desaparecida radio Iris de Esmeraldas.

Este programa era con aspirantes o artistas en escena, que estaba a cargo de la cantante esmeraldeña.

Petita Palma y la marimba

En 1975 formó la escuela de marimba Tierra Caliente, logrando presentaciones en la provincia de Esmeraldas, en algunas ciudades del Ecuador y el extranjero, exponiendo su canto de arrullos y baile de marimba.

Con Tierra Caliente y con la Escuela de Marimba fundada en 1969, Petita Palma llevó el arte y la creatividad por todo el Ecuador y el impacto de temas hoy famosos, como el Andarele o Caderona vení meniate, al igual que el potente significado de los arrullos (canto a los santos), chigualos, escribió María Eugenia Paz y Miño, en Tiempos de Mujer.

En el año 2007 recibió el premio Eugenio Espejo, el más alto reconocimiento que da el Estado ecuatoriano a la labor cultural, por su contribución en la música y baile ancestral de la marimba.

Su hijo Alberto Castillo estuvo a cargo del taller de confección de la marimba e instrumentos musicales, que ya no realiza por su enfermedad. Su hija Ana Castillo incursionó en el canto que se mantiene en la actualidad.

Petita Palma Piñeiros nació el 4 de marzo de 1927, en la parroquia rural Carondelet, del cantón San Lorenzo, frontera norte de Esmeraldas.

Desde temprana edad llegó a la capital esmeraldeña, donde estudió y se dedicó a diversas actividades laborales hasta ser parte de los gestores culturales de la danza y la marimba.

Con ella compartieron escenarios Rosita Wila, Remberto Escobar, Guillermo Ayoví (Papá Roncón), Escolástico Solís, Santiago Mosquera, director del grupo Jolgorio.

Fue madre de ocho hijos, dos de ellos fallecieron, los mellizos Wellington y Francisco. Sus otros hijos, Flor María, Anita, Felícita, María Elena, Iracema y Alberto residen en Esmeraldas y otras ciudades.

La artista esmeraldeña habita en una vivienda antigua en el barrio El Potosí de la capital esmeraldeña y se ha planteado que se la declare la residencia como patrimonio cultural.

Jonathan Minota, presidente de la Casa de la Cultura de Esmeraldas, exhorta a las autoridades recuperar la cultura afroecuatoriana, que se está perdiendo por nuevos géneros musicales. (I)