Quito y Guayaquil son los dos polos de desarrollo del Ecuador. Tienen una población similar y sumadas las ciudades que son parte de su conglomerado urbano albergan al 38,4 % de la población nacional, según el último censo del 2022.

Sin embargo, sus diferencias geográficas y políticas bosquejan un desarrollo económico que responde a las dinámicas del desempeño que tienen sus empresas y negocios.

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En las compañías del denominado conglomerado urbano de Quito (que incluye además del Distrito Metropolitano de Quito a los cantones Mejía, Rumiñahui, Cayambe y Pedro Moncayo) trabajan un promedio de 950.370 personas cada mes con empleos formales registrados en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Estos son los sueldos promedio de los empleados formales en cada uno de los 221 cantones del Ecuador

Este grupo posee un sueldo promedio mensual de 941,83 dólares (sexto lugar en el listado de 221 cantones con salarios más altos del país) y una tasa de 313 personas empleadas cada mes en un trabajo formal por cada mil habitantes.

Su nivel salarial lo impone la legislación laboral que establece para los empleados públicos sueldos mínimos por encima de los que rigen en el sector privado.

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Además, al ser la capital nacional concentra un fuerte número de empleados en el sector de administración pública, defensa y seguridad social, el tercero más importante en torno a plazas formales que genera, solo superado por el comercio y las industrias manufactureras.

Sin embargo, no hay un desempeño positivo ya que el número promedio de personas empleadas por mes bajó de 1′015.122 personas en 2019 a 950.370 en 2022, una reducción del 6,4 %.

Las compañías asentadas en el conglomerado de Guayaquil (que incluye además a Durán, Samborondón, Daule, Nobol y Yaguachi) emplean un promedio mensual de 754.704 personas. Es decir, de cada cien empleos formales de las dos principales ciudades del país, 56 trabajan en Quito y 44 en Guayaquil.

De ahí que posee una tasa menor que es de 218 personas empleadas cada mes en un trabajo formal por cada mil habitantes.

El sueldo promedio mensual de las personas asalariadas por las empresas en Guayaquil es de 778,83 dólares, lo que lo ubica en el puesto 34 del listado de 221 cantones.

Su condición costera y cercanía con los principales productos de exportación del país después del petróleo (camarón y banano) provoca que el sector de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca sea el tercero que más empleos formales genera y, al contrario de Quito, el de la administración pública, defensa y seguridad social baja al noveno lugar.

Hay un incremento poco significativo de casi el 1 % del 2019 al 2022 del número de personas promedio empleadas en trabajo formal.

¿En qué cantones de Ecuador se paga los mejores sueldos y en qué empleos?

En ambas zonas geográficas están en trabajos formales un total de 1′705.074 personas, 61 % de los que tienen un empleo formal registrado en el IESS en Ecuador.

Durante el siglo XX Guayaquil y su zona de influencia se consolidó como el sector que más divisas generaba a la economía nacional. De hecho, se decía que era la capital económica del país y fue la sede de los principales bancos, pero esto ha cambiado a partir de la crisis económica de 1999 y la quiebra de las instituciones financieras de la Costa en ese entonces.

De los 19 sectores en los que se clasifican a los empleos formales, Guayaquil supera a Quito en cuatro que son la industria manufacturera, agricultura, ganadería, silvicultura y pesca y los dos relacionados con los servicios básicos: suministro de electricidad y distribución de agua, alcantarillado, saneamiento y desechos, lo que responde a que atienden a una mayor población que la registrada en la capital nacional.

“En Quito está la gran mayoría del sector público y aunque históricamente se ha dicho que Guayaquil es la capital económica del país porque acá están las grandes industrias, hay que pensar que en la capital política y sus alrededores también ha crecido la manufactura”, dice el analista económico Sebastián Cárdenas.

Quito es el eje del ensamblaje de vehículos y concentra a la metalurgia, agrega. El sector de la construcción también es más fuerte ya que emplea a 40.279 personas al mes frente a las 30.573 de Guayaquil. Lo mismo ocurre en el sector comercial con 12.638 personas más trabajando cada mes en esa área que en el Puerto Principal.

En lo que va del siglo XXI hay un auge empresarial en la capital nacional apuntalado por el peso que alcanzó el sector público durante el correísmo (2007-2017), indica la analista económica y catedrática de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo Paola Ycaza.

“El gasto público llegó a representar el 45 % del Producto Interno Bruto (suma de todos los bienes y servicios finales que produce un país o una economía) en 2014, seguro llegamos a un récord a nivel regional, es un porcentaje altísimo, ese fue el pico durante el correísmo y luego ya ha ido bajando. Eso se debió al incremento de los salarios en el sector público y al aumento de la burocracia. Conozco mucha gente que se fue a vivir a Quito en ese periodo y se quedaron allá”, indica.

La inversión del sector público fue superior al 12 % del PIB en cada uno de los años 2012, 2013 y 2014, mientras que en los países vecinos como Perú, Colombia y Chile representaba el 5 %.

Otro factor que resta dinamismo a Guayaquil es que en el Puerto Principal la informalidad está más arraigada, asegura Cárdenas. “Seguramente hay muchas más personas empleadas en el comercio, por ejemplo, cuyos contratos no están registrados. La idiosincrasia de las constituciones empresariales es la de contratar de manera informal”.

¿Cuáles son las actividades que más puestos de trabajo ofertan cada mes en Quito y Guayaquil?

La elaboración y conservación de pescados, crustáceos y moluscos, cultivo de frutas tropicales y acuicultura marina son las actividades que más empleos formales generan en Guayaquil.

En cuarto lugar están las actividades de seguridad privada, cuyo número de empleados formales pasó de 22.032 en 2019 a 24.651 en 2022, un incremento del 11,9 %. Este repunte responde en parte a la inseguridad, lo que demanda más personal en guardianía.

El resto de actividades se centra en la venta de alimentos y enseres, atención en hospitales, enseñanza y restaurantes.

La construcción de edificios genera trabajo para 15.521 personas cada mes, la doceava actividad que más empleos requiere en Guayaquil. Y en treceavo lugar aparece la administración pública en general.

Las tres principales actividades de Quito son los cultivos de otras plantas no perennes (rosas), las tareas de seguridad privada y las de administración pública en general.

Siguen las ventas de restaurantes, atención en hospitales, enseñanza y el comercio de alimentos y enseres.

De las tres primeras, en las únicas que subió el número promedio de personas empleadas del 2019 al 2022 fueron los cultivos de otras plantas no perennes (14,4 %), venta al por menor con predominio de alimentos, bebidas y tabaco (5,9 %), otros tipos de intermediación monetaria (3,1 %) y las actividades de médicos y odontólogos (8,6 %).

Lo de la actividad de la intermediación monetaria va de la mano con el hecho de la capital nacional alberga la sede de los principales bancos e instituciones financieras.

La construcción de edificios demanda más personal en Quito con 17.945 personas empleadas cada mes, al igual que el de la regulación de los organismos sanitarios, educativos, culturales y las actividades de consultoría técnica, las dos últimas vinculadas al dinamismo que genera el sector público concentrado en la capital nacional.

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“La construcción tiene un mayor dinamismo en Quito, veo que tiene muchos proyectos inmobiliarios en temas residenciales”, indica Ycaza.

La competencia interna de las dos ciudades es positiva en el sentido de que dinamiza la economía y genera más oportunidades laborales. Existiría un mayor incentivo, dice Ycaza, si hay una mayor facilidad para que las empresas y las personas naturales contraten de manera formal.

“En algún punto del gobierno de Guillermo Lasso se planteó la posibilidad de que existan dos regímenes y que cada nuevo empleado que un empleador contrate empiece con el nuevo régimen laboral un poco más flexible. Los antiguos podrían elegir entre quedarse con el antiguo Código de Trabajo (que data de 1938) o el nuevo que sería menos rígido”, asegura Ycaza.

Lo deseable en una economía es que tengas más personas empleadas en la formalidad. “En lugar que haya dos empleos por cada empleador, este diga que prefiere tener dos o tres empleados que uno y medio por cuenta de la inflexibilidad, de lo difícil que es despedir”, agrega.

La idea es que se pueda contratar por horas en días específicos, como cuando hay más demanda en los restaurantes, por ejemplo, indica Ycaza: “Que sea fácil contratar estudiantes, gente que está empezando, todo eso se complica y por no contratar se sobreexplota al personal que se tiene contratado”. (I)