Si alguna vez viste la película Burnt (2015), recordarás a Bradley Cooper como un renegado chef meticuloso y perfeccionista. En la vida, Cooper sigue disfrutando la cocina en actualidad (aunque sin las perturbaciones de su personaje de hace 10 años).
El reconocido actor de 50 años está forjando su nombre como un empresario gastronómico y, por qué no, también como un cocinero. De vez en cuando el artista se deja ver tras las hornillas de su camión de comida (food truck) Danny & Coops, cuyo platillo estrella es el sánduche ‘Philly’ cheesesteak (pan con pequeñas tiras de carne y queso fundido)
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¿Me da un sándwich preparado por Bradley Cooper? ¡Enseguida!
Así sucedió recientemente en la previa al último Super Bowl que se desarrolló en Nueva Orleans. La estrella de Maestro (Netflix) llevó su camión a la locación del encuentro. Allí demostró una vez más ser un gran fanático de los Eagles de Filadelfia, los recién coronados campeones de la liga profesional de fútbol americano (NFL), y de donde proviene el sánduche emblemático de ese estado.
Dos días antes de la cita deportiva, el 7 de febrero, llegó Cooper con su socio, el chef Danny DiGiampietro, para darles de comer a los aficionados de las ‘águilas’.
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Bradley Cooper y Danny DiGiampietro, cuyos nombres hacen el juego de palabras que bautizó al restaurante, lanzaron Danny and Coops en el 2023. La locación de su food truck es en el popular barrio Greenwich Village, de Manhattan, donde, según los comentarios en las redes sociales, los hambrientos neoyorkinos hacen fila de cuadra y media para saborear su deliciosa sazón. El usuario HaggisMac, que tiene el post más popular de este negocio en Reddit, dice que el sánduche de Cooper es uno de “los mejores cheesesteak que he probado en mi vida”.
Este 2025 los golosos socios ampliarán su marca a su primer restaurante. Estará domiciliado en el vecindario neoyorkino Alphabet City, justo al frente del Tompkins Square Park, sobre la avenida 151. Tanto en el camión, como en su local físico, los sánduches de carne y quedo de Bradley Cooper tienen un precio de $ 18. Y a decir de los foodies, vale la pena cada dólar. (E)