Fuimos por primera vez a Cardó, en Quito, el cual nos había sido muy recomendado. Ubicado en las calles Coruña y Whimper, este restaurante abrió sus puertas cuando el mundo se estaba cerrando, a pocos días del inicio de la primera cuarentena producto de la pandemia. Es un gran mérito que hoy no solo sobrevivan, sino que tengan un muy buen nivel de cocina y servicio.