El Diario de Madrid en su titular informa que “Guayas deslumbra en Madrid Fusión”. Y continúa: “La provincia del Guayas, joya del suroeste ecuatoriano, ha aterrizado en Madrid Fusión Alimentos de España 2025 con una propuesta culinaria que celebra la diversidad de sabores y tradiciones de esta región bañada por el Pacífico Sur”.

La nota hace un repaso por la gastronomía de los cantones del Guayas, así como por sus parajes turísticos más importantes.

Y es que, por tercera vez en la historia, Ecuador está presente en Madrid Fusión, esta vez gracias a la iniciativa de la Prefectura del Guayas.

En el 2015 y el 2016 nuestra gastronomía concurrió por primera vez a este congreso con ponencias de los chefs Juan José Aniceto y Rodrigo Pacheco. El impacto que causaron fue increíble, apareciendo en todos los canales de TV, como Antena Tres, La Sexta, Telecinco, etc., y en un sinnúmero de diarios, desde Madrid hasta el País Vasco.

El chef Aniceto dio tantas demostraciones en la televisión española que el producto ecuatoriano que había llevado para su ponencia se agotó antes de realizarla, teniendo que, desesperadamente el último día, conseguir más. Sin embargo, esta participación no continuó. Se truncó.

Esta vez, nueve años después, la pica en Flandes la pone Guayas y su gastronomía, por primera vez con la presencia de estand propio. Y nuevamente la prensa española respondió, sorprendida con platos como el cangrejo de manglar, tigrillo, las empanadas de verde rellenas con cangrejo, cebiches, secos y, sin duda, el encebollado.

Habíamos escrito meses atrás que Cuenca y Manabí están trabajando en internacionalizar su gastronomía, estando nuestra región ausente de estos esfuerzos. Bravo por la iniciativa. En realidad, esto debería ser un esfuerzo de país. Es más difícil posicionar gastronomías regionales que nacionales. Pero ante la inacción de los ministerios de turismo, estas iniciativas regionales son lo que toca hacer.

Palestras como Madrid Fusión son las que la cocina ecuatoriana necesita para internacionalizarse. Las interacciones y relaciones que se logran son inconmensurables. Por ejemplo, el chef Rodrigo Pacheco, un año después de su participación en Madrid Fusión 2016, fue invitado a competir en la serie de Netflix The Chef Table, logrando estar en las semifinales, serie vista por varias decenas de millones de personas.

Ojalá esta iniciativa continúe en el tiempo. El esfuerzo hecho se diluye si la presencia no continúa año a año. Nuestra gastronomía tiene el potencial y los méritos para generar un plan de largo plazo, que la haga presente en los shows y congresos de cocina más importantes del mundo de forma continua. Madrid Fusión es uno de ellos. Bien por la cocina guayaca. Pero sin continuidad, nada se logra. Posicionar una marca en el mundo toma al menos una década de sudor y sesos. (O)