Resulta imposible creer las explicaciones expuestas por el presidente del consejo directivo del IESS sobre las razones para haber prestado 165 millones de dólares a Petroamazonas para el campo Pañacocha, con un rendimiento del 5% anual a siete años plazo y uno de gracia.
Por cierto, el gerente de Petroamazonas deberá aclarar por qué prestó al IESS al 5% si podía prestar a organismos multilaterales al 3,5% (según Ramiro González). Todos sabemos en el Ecuador, que el Presupuesto General del Estado para el 2010 se encuentra desfinanciado en más de 4.000 millones de dólares y que el Gobierno busca desesperadamente financiamiento interno y externo. ¿Acaso no le venía bien venderle al IESS el remanente de 250 millones de dólares que le quedaban de la emisión que hizo de 1.500 millones al 6 o 6,75%, cuando a la FLAR le paga el 9% y a los chinos les paga el 7,5% y el propio presidente Correa se quejó de los regateadores que son los chinos (caso Coca-Codo-Sinclair)?
¿O es que acaso se está fraguando otra compra-venta masiva, pero esta vez a mucho menos rendimiento para el IESS?; ¿se estará preparando el camino con ese préstamo a Petroamazonas?
No es cierto que las tasas de interés hayan bajado, al menos en la proporción que se pretende justificar para no haber comprado los bonos del Estado.
De igual forma, si el problema es la falta de oferta en el mercado nacional, ¿por qué no se ha gestionado la eliminación del castigo que significa para el IESS dejar de hacer depósitos en el sistema financiero, en donde puede obtener rendimientos superiores al 5% prestados?
Es más, el IESS debe mirar a sus propias inversiones privativas, en donde con resoluciones del Consejo Directivo, que no tomarían ni cinco minutos, pudiera mejorar ostensiblemente sus rendimientos; pruebas al cántaro: el artículo 6 de la resolución C.D. 266 sustituye el artículo 8 de la resolución C.D. 215 que contiene el "Reglamento de Préstamos Hipotecarios para la adquisición, construcción, remodelación, ampliación o mejoramiento y sustitución de hipotecas para vivienda", fijando el monto de setenta mil dólares de préstamo para ser financiado por el IESS en el 100%; y, los montos superiores a ese serán financiados en el 80% por el IESS y el 20% restante por el afiliado. La sola liberación de ese monto para ser financiado en el 100% por el IESS le significaría un gran beneficio.
Un ejemplo: de los más de 10.000 préstamos hipotecarios que ha realizado el IESS hasta el momento, hagamos de cuenta que con la liberación planteada, se realizan 1.000 préstamos por 200.000 dólares cada uno, con lo cual cada afiliado recibiría el 20% más, es decir 40.000 dólares. El total invertido por el IESS en esta operación significarían 40 millones de dólares, que con un rendimiento de 11,05% (a 25 años el préstamo), obtendría un rendimiento de 4'420.000 dólares anuales que multiplicados por los ocho años a los que prestó a Petroamazonas, tendría un beneficio de 35’360.000 dólares; casi lo mismo que va a recibir de Petroamazonas, pero con la ventaja que todavía le sobran 125 millones por invertir, entonces el beneficio se multiplica por tres.