Si alguna conclusión real hay que sacar de los tres años de gobierno de la “involución ciudadana”, es sin duda aquella de que en materia legislativa se ha procedido alocada y apuradamente, lo que ha traído un enorme desperdicio de recursos y, en gran parte, un retroceso en el derecho de los ciudadanos.

La reforma al Código Penal demostró, en el corto plazo, su inconveniente y hasta irresponsable efecto en el incremento de la criminalidad y la inseguridad ciudadana. Han debido los asambleístas de mayoría regresar al estado anterior, pero dejando una estela de pérdidas económicas, sociales y humanas; ¿tendrán conciencia de ello?

En temas tributarios ya van por la cuarta enmienda y parece que el asunto no terminará allí.

En materia de seguridad social, el asunto es igual de dramático; en marzo del 2009 la Asamblea aprobó reformas (propuestas por el Ejecutivo) a la ley de seguridad social, en cuyo artículo 11 se dispone que el incremento anual de las pensiones por jubilación de invalidez, vejez, incapacidad total o absoluta, de riesgos del trabajo y de montepío, sean igual al porcentaje de inflación del año inmediatamente anterior. Para los incrementos del 2010 se tomó como referencia la inflación del 2009 que estuvo en alrededor de 4,5% y, entonces, a los pensionistas que ganan el básico de 218 dólares el incremento llegó a solo 9,81 dólares; estos pensionistas son la mayoría, por lo cual el consejo directivo del IESS decidió un incremento de 10 dólares.
La consabida protesta de los jubilados y pensionistas no se hizo esperar, y ahora resulta que unos “salvadores” asambleístas de Alianza PAIS (Panchana, Gagliardo y otros junto a Ramiro González, también del Gobierno), plantean una nueva reforma para que el incremento considere una tasa mínima que es el porcentaje de inflación y una tasa máxima que es el porcentaje del rendimiento promedio de las inversiones del IESS en el último año; es decir, entre 4,5% y 7,5%, aproximadamente. Bravo... bravísimo...

Apenas 11 meses después de la reforma, otra reforma.

Les preguntamos a estos señores: ¿en qué estudio medianamente serio se sustentaron para aprobar la primera reforma?; ¿en qué estudio medianamente serio se sustentan para plantear la reforma a la reforma?; ¿en pocos meses habrá otra reforma de la reforma a la reforma?

Un ejemplo: si el incremento se mantiene en 4,5%, a un pensionista que gana 980 dólares se le incrementaría 44,10 dólares; es decir, 34,29 dólares más que el que gana 218 dólares. Y si el incremento fuera de 7,5% el que gana 980 dólares obtendría un aumento de 73,50 dólares; el que gana 218 dólares solo obtendría 16,35 dólares; es decir 57,15 dólares menos.

Después de apenas tres años, para ambos casos y las mismas tasas de incremento, el que gana 218 dólares estaría con: 29,43 dólares o 49,05 dólares de incremento; el que gana 980 dólares estaría con: 132,30 o 220,50 dólares de incremento; es decir, 4,5 veces más que el otro.
Bravo... bravísimo... ese es el gobierno de la “involución ciudadana”, les da más a los que más ganan y les da menos a los que menos ganan. ¡No que eso ocurría solo en los gobiernos de la larga noche neoliberal!

La propuesta es altamente inequitativa, carente de un análisis técnico y tremendamente demagógica.

¡Barbaridad, asambleístas de muchachada!