Al cumplirse el Primero de Mayo, el Gobierno Nacional ratificó que en la “década ganada” uno de sus mayores logros fue su “Revolución del Trabajo”, la cual se resume en la eliminación de la tercerización laboral, aumento del número de afiliados al IESS y el “salario digno”. El Gobierno festeja una tasa de desempleo del 4,4%.

Los trabajadores ecuatorianos salieron a protestar masivamente en las calles de todo el país. Cordes indica que “apenas 38 de cada 100 ecuatorianos que quieren trabajar lo hacen en condiciones “adecuadas”. Además, el “empleo inadecuado” (caracterizado por un salario inferior al mínimo; trabajo menor a la jornada legal; y/o no necesariamente acceso al IESS) se encuentra en el nivel más alto de estos diez años, alcanzando el 56,9%.

El Primero de Mayo siempre es una oportunidad para reflexionar crítica e integralmente sobre la política laboral del país, que permita en el corto, mediano y largo plazo construir “empleos de calidad”, enfrentar los violentos cambios que se dan a nivel mundial en el mercado laboral, debido a los avances tecnológicos y sus consecuentes procesos de automatización, así como a la mayor movilidad y flexibilidad de la fuerza laboral entre los diferentes países, ni hablar de procesos migratorios del campo a la ciudad (polos de desarrollo).

Avanza la tendencia mundial de “robots” sustituyendo a las personas en varias tareas, incrementando la productividad del trabajo y bajando los costos de producción. De cara a este hecho quedan dos caminos, el discurso retórico de la “Revolución del trabajo” que produjo decrecimiento de la economía, aumento de los “empleos inadecuados”, incremento del trabajo joven y disminución de la productividad. O enfrentar la llamada “cuarta revolución industrial” con mente abierta y una política pública pragmática que capacite a los trabajadores y estudiantes ecuatorianos en armonía con las necesidades cambiantes de las empresas y de la economía popular y solidaria, en prácticas innovadoras, con altas destrezas en nuevas tecnologías, con pensamiento crítico (en una sociedad que permita divergir), pero sobre todo con capacidades de aprender a aprender, de comunicarse asertivamente y de trabajar en equipo.

Los que nos quedamos en nuestro Ecuador tenemos la esperanza de celebrar el próximo Primero de Mayo con caminos y puentes hacia “empleos de calidad” con...

(I) Una política pública que garantice a todos los trabajadores una base mínima pero permanente de formación en tecnologías e innovación, afrontando el cambiante mercado laboral, haciéndonos más competitivos y aportando a la productividad del país.

(II) Un sistema de pensiones capitalizado, al que se le devuelvan los recursos que le fueron extraídos de maestros, militares y pensionistas en general.

(III) Políticas de inclusión laboral para jóvenes adolescentes (que hoy han distraído sus estudios por trabajar, asunto que de no solucionarse, como sociedad lo afrontaremos mañana en términos de reducción de la productividad) y adultos mayores (si perdemos su experiencia y aporte al sistema de pensiones, nos será más caro mañana).

Esperamos, en serio, que el próximo Primero de Mayo lo celebremos, porque hemos generado más “empleos de calidad”! (O)