Luego de once años Ecuador volvería a tener en una papeleta electoral a un mandatario en funciones que buscará la reelección. El presidente Daniel Noboa ha dejado en claro su intención de participar en las elecciones del 9 de febrero de 2025, lo que aviva las alertas sobre el control que debe hacerse para que no incurra en un uso indebido de toda la estructura del Estado que, por su posición, tendría a su favor.

Según el artículo 93 del Código de la Democracia, Noboa deberá hacer uso de una licencia sin remuneración desde el inicio de la campaña electoral, aunque hace unos doce días elevó a la Procuraduría General del Estado una consulta respecto a si esa disposición aplica para aquel que está completando el mandato de su antecesor (en este caso, del expresidente Guillermo Lasso) por efectos de la muerte cruzada.

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Si resulta electo ese sería su primer periodo oficial ya que al haber ganado la Presidencia de la República en las elecciones anticipadas de 2023 no le cuenta como un mandato completo.

El último presidente que se candidatizó gobernando fue Rafael Correa en el 2009 y 2013. El expresidente fue cuestionado en ambos procesos por aspectos como el uso indebido de medios oficiales para promocionarse.

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Expertos electorales hacen énfasis en que “existe una delgada línea entre comunicar o hacer campaña”, por lo que será necesario el control desde el Consejo Nacional Electoral (CNE) y que el equipo político de Noboa realice una campaña transparente.

‘Presidente-candidato desde que asumió el poder’

El contexto en el que fue electo Noboa, luego de la muerte cruzada y para un periodo de transición, dice David Banda, consultor en comunicación política y de gobierno, lo colocó en un escenario de “campaña permanente” y de ser un presidente-candidato desde que asumió el poder, el 23 de noviembre pasado.

“Desde que llegó, pensó en la reelección y todas sus acciones están pensadas en eso, más que en un gobierno estratégico y se ha enfocado en un sector como la seguridad, pero existe una desconexión con la realidad del ciudadano de a pie”, dice.

Una prueba de que el presidente ha pensado en reelegirse dice Banda se comprueba el día del informe a la nación cuando volvió a presentar una figura de cartón, pero ahora con la banda presidencial. Otro ejemplo es haber colocado el color morado en logos de ministerios y demás instituciones y que, ahora que ya su partido fue aprobado, la gente lo puede asociar fácilmente.

El consultor comenta que ahora el mandatario está en meses cruciales para inclinar la cancha a su favor. Su movimiento político Acción Democrática Nacional (ADN) quedó oficialmente inscrito el 23 de mayo y lleva el 7 como número de lista.

Con que los próximos seis meses serán decisivos para Noboa coincide la analista electoral Stephanie Macías, al igual que con la premisa de que al ser el presidente ya irá con la ventaja propia de ser quien conocerá el manejo del Estado más que cualquier otro candidato en ese momento.

Figuras de cartón del presidente Daniel Noboa fueron repartidas el pasado 24 de mayo en calles de Quito cercanas a la Asamblea Nacional y por donde recorrió el mandatario previo a su informe a la nación. Foto: AFP

“En estos seis meses que le restan antes de la campaña, el presidente deberá marcar la cancha indicando el camino y sus proyectos y posisicionar los mensajes del nuevo Ecuador al que se refiere y que la ciudadanía sienta el beneficio de tenerlo a él liderando el país”, comenta.

“Existe una delgada línea entre comunicar o hacer campaña”

En el escenario de tener un presidente-candidato, Macías menciona que existe una delgada línea y dificil de revisar y de implementar y que complica iniciar un debate sobre si una comunicación oficial del presidente cumple la obligación de mantener comunicada a la ciudadanía o se va a interpretar como que se está haciendo campaña.

“Estás líneas son dificiles de identificar y mientras no se use presupuesto del Estado para campañas, un presidente debe comunicar lo que está haciendo en pleno uso de sus facultades como mandatario”, dice la analista, aunque subraya que será clave dejar de lado lo que no tenga que ver con informar a la ciudadanía.

Para Macías es necesario que Noboa y su equipo personal, al que denomina “mesa chica”, realicen un ejercicio de disciplina para ponerse de acuerdo con el Gobierno en funciones y hacer una campaña transparente, acordando puntos como “ministerios sin eventos masivos, comunicaciones revisadas por la Secretaría de Comunicación”, entre otros que eviten dar a pensar que se está usando la estructura del Estado para favorcerlo en las urnas.

“Más que el CNE, las organizaciones sociales y veedurías estarán vigilantes, la mesa chica del presidente debe hacer un análisis y marcar un delineado de cancha, maximizar los temas comunicacionales sí, pero respetando el presupuesto del Estado e intentando hacer una campaña eficiente”, opina.

Mientras Medardo Oleas, analista político y expresidente del Tribunal Supremo Electoral, dice que sí es fundamental que CNE haga el control del caso y no permita ningún uso y abuso de los recursos y la infraestrucura de Estado.

No obstante, para Banda el control del CNE ha resultado ineficiente en los últimos procesos y dice que las sanciones por temas relacionados con irregularidades en campaña se han visto realmente desde el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).

“El CNE nos ha quedado debiendo y solo hay que seguir las reglas que ya están trazadas y no se debe hacer ninguna interpretación ni siquiera para los temas de la licencia”, menciona.

En cuanto al caso de Correa, Oleas comenta que luego de los comicios de 2013 el entonces presidente del CNE Domingo Paredes cuestionó la publicidad que hizo el gobierno de Correa durante la época electoral.

Paredes alertó sobre un abuso de medios oficiales e incautados para la promoción del entonces presidente Correa y del incumplimiento del silencio electoral, recuerda.

Rafael Correa participó por la reelección en dos ocasiones: 2009 y 2013. En la última lo hizo teniendo a Jorge Glas como binomio. Foto: AFP

Daniel Noboa pasará a ser un candidato más luego de pedir licencia

En tanto, Oleas dice también que el Código de la Democracia es claro y no debería darse ningún tipo de irregularidad ya que Noboa pasará a ser un candidato más durante el proceso. La licencia sin sueldo y el encargo de las funciones dice que deberá pedirla desde el día que se inscriba su candidatura.

“El control que cabe ahora para el mandatario va con la prohibición de contratar publicidad, pero hay que entender que no puede ser limitado nunca con la exposición de sus ideas ni las de su partido”, dice. Noboa ya cuenta oficialmente con un partido propio.

El artículo 208 del Código de la Democracia establece que “desde la convocatoria a elecciones hasta el inicio de la campaña electoral, las organizaciones políticas podrán realizar, por su iniciativa, las actividades tendientes a difundir sus principios ideológicos, programas de gobierno y planes de trabajo, siempre que no implique para este efecto la contratación en prensa escrita, radio, televisión, medios digitales y vallas publicitarias. Los egresos realizados en estas actividades se imputarán al gasto electoral de cada organización política”.

“La norma busca que el candidato no tenga esa dualidad de presidente-candidato y que pueda ofrecer su campaña solo como sujeto político candidato y que no se utilicen los recursos del Estado, porque si no se pide esta licencia, viajará en el avión y helicóptero presidencial, tendrá a toda su guardia ahí y hasta tomar medidas para ganar la elección, como ha ocurrido antes”, indica Oleas y explica que al ser un candidato más ya los límites los tendrá puestos desde el inicio.

Macías coincide en que las mismas reglas regirán para todos en la campaña que comenzará el 6 de enero próximo. Sin embargo, el reconocimiento por parte del elector le dará una fortaleza, la que le puede jugar en contra si en estos seis meses su imagen se deteriora.

La analista considera también que los futuros comicios serán atípicos ya que se darán en un escenario complejo marcado por el desgaste de las bases de los partidos políticos, debido a las varias elecciones que han existido en los últimos años, a lo que se suma la crisis económica y la crisis de seguridad.

“Las elecciones de 2025 van a requerir muchas variables a considerar para el presidente y para el resto de candidatos. El acercamiento a través de un puerta a puerta se hará difícil para un candidato desconocido, mientras a Noboa se le va a facilitar esta profundidad de reconocimiento”, menciona.

Daniel Noboa y Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana en los comicios anteriores, cuando participaron en el debate presidencial del CNE de cara a la segunda vuelta del 15 de octubre.

Esa “facilidad de reconocimiento”, dice Banda que no ocasiona si no otra cosa que “el ventajismo” con el que llegan a las urnas todos los presidentes-candidatos, una tendencia que se ha vuelto cada vez más común en Latinoamérica con casos como los de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, Nayib Bukele en El Salvador y que Ecuador lo vivió solo con Correa desde el regreso a la democracia. (I)