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Los primeros cortes del servicio de electricidad de la actual crisis energética que enfrenta el país ocurrieron a partir del sábado 13 de abril de 2024 a nivel nacional.

Los usuarios de redes sociales expresaron su rechazo debido a estos cortes inesperados, que no fueron anunciados por el régimen de Daniel Noboa.

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Ante los reclamos, la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) informó la tarde del domingo 14 de abril, a través de su cuenta de X (otrora Twitter), que los cortes se debían a mantenimientos de emergencia y que estos serían temporales.

Incluso, la ahora exministra de Energía y Minas Andrea Arrobo, señalada por Noboa como una de las responsables de la crisis, había descartado apagones de energía el 12 de abril en entrevista con Radio Sucesos. Pero finalmente ocurrieron.

Oficialmente, el Ministerio de Energía y Minas recién anunció la aplicación de “racionamientos temporales” de energía eléctrica la noche del 15 de abril de 2024 debido a los problemas del sistema energético nacional.

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De “no hacerlo, implicaría comprometer el suministro de energía para todos... La extensión de la sequía, el incremento de las temperaturas climáticas, la falta de mantenimiento a toda la infraestructura del sistema eléctrico en años anteriores y la presencia de niveles de caudales mínimos históricamente han provocado que se activen todas las centrales de generación disponibles”, indicó el Ministerio.

Al día siguiente, durante la mañana del 16 de abril, en Guayaquil el primer mandatario confirmó que los racionamientos regresaban y habló de sabotaje. También anunció la declaratoria de la emergencia en el sector energético y pidió la renuncia de Arrobo.

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“Hoy tomamos una decisión fuerte, una vez más, porque nos toca que es declarar en emergencia el sector energético del país. Le he pedido la renuncia a la ministra y asimismo hemos iniciado una investigación por sabotaje, porque hay en ciertas zonas, en ciertas plantas eléctricas ha habido sabotaje”, dijo Noboa.

“Lo hacen de miserables, la última semana antes de una consulta popular, porque saben que la tenían perdida. Esta investigación no va a descansar. Ya hemos presentado a Fiscalía, y el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) está trabajando en eso. Toda persona involucrada será considerada no solo traidor a la patria sino una amenaza a la seguridad nacional”, agregó Noboa en referencia a que los apagones ocurren justo en días previos a la consulta popular y referéndum del próximo 21 de abril.

La crisis energética es un periodo de racionamiento del servicio de energía provocado por la incapacidad de la infraestructura eléctrica nacional de producir la energía que demanda el país.

El Gobierno de Noboa anunció además este 17 de abril que los embalses de Mazar y Paute, en Azuay, se encuentran en “condiciones críticas”. Y que la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair registró un déficit del 40 % en su caudal con respecto al promedio histórico.

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Con esos aspectos —indica el comunicado gubernamental—, a partir de este mes el déficit energético del país se ubicaría en entre 22 y 27 gigavatios hora (GWh) por día.

Los análisis del Operador Nacional de Electricidad (Cenace) “señalan que está situación sobrepasa récords históricos”.

Estos cortes de energía son inesperados, porque no fueron anunciados con anterioridad por el régimen de Noboa. Se dan en momentos cuando el Gobierno de Colombia indicó —el 15 de abril de 2024— que no podrá vender energía a Ecuador.

“En este momento no estamos exportando energía, porque tenemos toda la térmica en su máximo potencial de generación, así que todas las medidas se han venido adoptando, tanto renovables, térmica; el potencial de generación con plantas hidráulicas está también a disposición en estos días y, por supuesto, lo que podamos hacer con la gestión de la demanda”, dijo el ministro de Minas colombiano, Omar Andrés Camacho.

Como antesala de la actual crisis están los primeros apagones programados, que empezaron el 27 de octubre de 2023, en los últimos meses del gobierno de Guillermo Lasso, justo ocho días después de la elección de Daniel Noboa como presidente de la República.

Los cortes en ese entonces fueron de cuatro horas diarias en la región Sierra y de tres horas en la Costa.

La última gran crisis energética de esta envergadura ocurrió durante el gobierno del fallecido Sixto Durán Ballén (1992-1996). (I)