La pertinaz lluvia que cayó durante la noche y la madrugada del jueves,18, y continuó este viernes, 19 de abril, complicó el tránsito en Quito, en el segundo día de suspensión laboral decretado por el presidente Daniel Noboa debido a la crisis energética.

Los conductores de los vehículos circularon con mayor precaución debido a la calzada mojada y aunque el jueves hubo menos tráfico por la ausencia de vehículos escolares y la no asistencia de estudiantes universitarios, las largas filas volvieron a algunas vías.

Un deslizamiento de lodo afectó el exterior de una casa en el Valle de los Chillos

La calzada mojada hizo que conductores reduzcan la velocidad. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.

La autopista general Rumiñahui, que une el valle de los Chillos con Quito y viceversa, nuevamente estuvo atestada de carros que iban hacia la capital en las primeras horas del día como si fuese un día normal de actividades.

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Los quiteños salieron de sus casas con paraguas, gorros y gruesas chompas para combatir el frío.

En el sur de Quito, en el sector de El Recreo, donde hay una parada de transporte municipal y un centro comercial hubo presencia de visitantes, pero en menor medida que ayer.

La avenida Maldonado que conduce desde el norte y el centro de la ciudad hacia el sur estuvo con presencia normal de vehículos y en algunos tramos la presencia de fluido eléctrico permitía el funcionamiento de semáforos.

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El ingreso al Mercado Mayorista estuvo complicado por la presencia de vehículos. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.

El ingreso al Mercado Mayorista, en la avenida Teniente Hugo Ortiz, estuvo lleno de vehículos, pero un parque cercano vacío. A un par de minutos, en Turubamba, juegos de niños también estaban desocupados.

En unos tramos de la avenida Teniente Hugo Ortiz no hubo fluido eléctrico, pero personal de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) dirigía el tránsito.

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En las afueras de un centro comercial del sur, vendedores ambulantes ofrecían sombrillas y paraguas.

Ana Cachiguango caminaba por la primera planta de ese centro comercial junto a su hija Daniela, de 10 años.

Llevaban ropa para el frio. Fue a ese lugar a hacer gestiones en una entidad bancaria, mientras en el acceso a ese establecimiento por el flujo vehicular, en la avenida Moran Valverde, había sonidos de pitos que perturbaban a los peatones.

“Una vueltita para disipar las penas que nos ha tocado vivir en esta temporada”, dijo la mujer sobre su presencia en ese lugar.

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Varias personas fueron a centros comerciales para hacer trámites en el segundo día de feriado por los apagones. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.

Ayer se dedicó a realizar limpieza en su casa que se ubica en Guajaló, pero aprovechó el segundo día libre y salió -a pesar de la lluvia- a la que calificó de reconfortante para que se llenen las centrales hidroeléctricas.

Contó que no tuvo luz hasta las 18:00 por lo que lo está supliendo con velas.

Para Freddy Malesa, de profesión docente, no se puede trabajar tranquilamente por el decreto de feriado debido a la falta de luz y forzosamente hay vacaciones.

Aprovechó para adelantar trabajos pendientes y este viernes iba a realizar algunos trámites.

En su casa mencionó que por la ausencia de fluido no hay mayor actividad que hacer.

“Es preferible que llueva para evitar cortes de luz”, indicó con voz de resignación. (I)