Los ponchos, sombreros, artesanías y elementos de la cultura indígena han vuelto a Otavalo una ciudad turística para ecuatorianos y extranjeros. Con ello, la oferta de hospedaje también se ha ido adaptando a las exigencias de sus visitantes.
Vigilado por el taita Imbabura, un volcán que tiene a sus pies el lago San Pablo, la ciudad de Otavalo conserva las raíces de la cultura indígena de Ecuador. En 1930, una casona de arriendos se ubicaba en lo que ahora es la calle Vicente Ramón Roca entre García Moreno y Juan Montalvo.
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En la primera planta habitó mucha gente en cuartos de alquiler; en la segunda planta funcionó la radio La Voz de Los Lagos, así fue hasta 1950, cuando se inauguró el Hotel Otavalo. Más de 60 años después, en 2014, la cadena Art Hotels Ecuador compró el edificio e inició un proceso de reconstrucción.

Taita Gundo, la casa donde los turistas crean sus propios instrumentos musicales
El trabajo más fuerte que realizaron fue retirar el enlucido del edificio, ahora su estructura mantiene paredes de ladrillo visto y piedra. Los salones se llenaron de lámparas y muebles, y los pasillos son una verdadera pasarela de obras de arte.
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Cuadros de Guayasamín, esculturas de Botero, muebles con más de cien años de historia y demás elementos se ganan la admiración de cada visitante que recorre sus rincones.
Las 28 habitaciones, de tres diferentes categorías, están divididas en las dos plantas, con balcones que tienen la vista a la ciudad. Todo este cúmulo de características le han convertido en el único hotel boutique cinco estrellas dentro de la ciudad.
Santiago Chamorro, gerente de Activos de Art Hotels Ecuador, dijo que la restauración completa del Hotel Otavalo les llevó cuatro años de trabajo. En 2018 abrieron las puertas y poco después llegó la pandemia de coronavirus.
Indicó que aunque el sector turístico fue uno de los más golpeados a nivel mundial, encontraron nuevos medios para sobrevivir durante el tiempo de la emergencia sanitaria.
“Como en los hoteles trabajamos con químicos libres de fosfato, cumplimos con todos los certificados ambientales, entonces ofrecimos el servicio de desinfección, también entregamos comida a domicilio, de esa forma salimos todo el tiempo de la pandemia”, expresó.
El hotel cuenta con restaurante llamado Sarance, ese habría sido el primer nombre de la ciudad, que significa cobija grande o manto para todos. En este lugar se ofrece una variedad de platillos de comida ecuatoriana con toque gourmet.
También tienen un bar llamado Ñucanchikwan Taki, que significa celebremos juntos, es un bar de terraza, este es uno de los atractivos característicos de la cadena que en sus otros hoteles también cuenta con estos bares al aire libre en Quito, Cuenca y próximamente en Guayaquil.
Una de las misiones ha sido potenciar los emprendimientos de las zonas cercanas a sus hoteles, para que la gente conozca los lugares que rodean a estas casas antiguas.
Normalmente lo que la gente piensa de acudir a Otavalo es ir a la Plaza de los Ponchos, sin embargo, en este lugar han preparado un servicio de experiencias. Por medio de cartas con pistas, los turistas acudirán a conocer lugares únicos y compartir con la elaboración de instrumentos musicales, tejidos atrapa sueños, o una experiencia con la gastronomía de la zona.
A este servicio también pueden acceder turistas que no estén hospedados en el Hotel Otavalo, así como acceder al restaurante y zona de bar. (I)