Es posible que haya en algún rincón de su casa o en un bolsillo de su bolso una dosis o más de AINE, antiinflamatorios no esteroideos, uno de los grupos de fármacos más consumidos en el mundo, tanto porque la prescripción está en aumento como porque los tomamos sin preguntar al médico.

Nos sirven no solo para la inflamación, sino para bajar la fiebre y disminuir el dolor. Sin embargo, no son totalmente inofensivos, pues hay una lista de efectos adversos, y entre las complicaciones más significativas están las gastrointestinales y cardiovasculares.

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Además, no todos los AINE son iguales. Están los clásicos y también otros más actuales, con eficacia similar y un perfil de toxicidad gastrointestinal más seguro, pero con mayor riesgo de efectos cardiovasculares, según explican los institutos de salud de los Estados Unidos.

El ibuprofeno y el paracetamol pueden aliviar el dolor leve o moderado, pero tienen efectos gástricos diferentes. Foto: Shutterstock

La capacidad de los AINE para producir lesiones significativas en todo el tracto digestivo, más la ausencia de una forma de prevención efectiva hacen que decidirse por estos fármacos sea un reto para los médicos. ¿Cuáles son esas complicaciones? Las petequias (puntos rojos en la piel, debido a sangrado interno), las úlceras, las hemorragias, las perforaciones e incluso la muerte.

Pero las más comunes afecciones son el reflujo gastroesofágico y los síntomas dispépticos. Y aun si no hay síntomas, no se puede descartar una lesión mucosa, ya que el 50 % de quienes tienen síntomas no presentan lesiones endoscópicas y el 50 % de los que tienen una úlcera péptica no sintieron síntomas previos.

Preste atención a su alimentación si a usted le han informado que tiene riesgo de enfermedad renal o si desea prevenir la insuficiencia renal a temprana edad.

Lo ideal es valorar el riesgo gastrointestinal de cada persona antes de darle tratamiento con AINE. Y también así se puede decidir quiénes necesitan un gastroprotector y quiénes no.

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Indicadores de que una persona tiene mayor riesgo:

  • Tiene historia previa de úlcera péptica (complicada o no).
  • Tiene más de 65 años.
  • Se usarán dos o más AINE al mismo tiempo.
Si está siguiendo un tratamiento con antiinflamatorios, sea preciso en la dosis y en el horario, y tómelos con el estómago lleno y abundancia de líquidos. Foto: Shutterstock
  • Toma antiagregantes, anticoagulantes, corticoides o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
  • Tiene infección por Helicobacter pylori.
  • Tiene comorbilidades graves.

Prescripción, dosis mínimas y protección gástrica

El médico Andrés Mora, gastroenterólogo (Instagram: @gendoscopiadigestiva18), tiene a los antiinflamatorios no esteroideos como unos de los medicamentos más usados y más prescritos en el mundo entero, pero sobre todo son objeto de automedicación.

Actúan sobre la mucosa del estómago y del intestino, y por eso son necesarios ciertos parámetros de uso, empezando por la prescripción médica. “A veces tenemos dolor de garganta, de cuello o de cabeza y tenemos ibuprofeno, diclofenaco o ketorolaco a la mano, y nos lo tomamos. Si el dolor no mejora, probamos con una dosis más alta”, dice Mora.

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Esto puede generar dispepsia o síntomas gástricos o también úlceras con sangrado digestivo y perforaciones. “Deberíamos hablar con nuestro médico cuando ya tuvimos una úlcera gástrica, porque volver a usar esos medicamentos es un factor de riesgo”.

Quienes han tenido úlcera gástrica, sangrado o gastritis crónica necesitan el control del médico en caso de necesitar antiinflamatorios. Foto: Shutterstock

Asimismo, las personas con diagnóstico de gastritis crónica severa, que hayan tenido algún sangrado digestivo o que ya estén usando anticoagulantes o antiagregantes, como aspirina o copidogrel. Si tiene algún problema a nivel renal, los antiinflamatorios están contraindicados en muchos de los casos. “Ojo, no queremos decir que no se pueden usar, pero con prescripción médica, dosis mínimas y, de ser necesario, un medicamento supresor del ácido gástrico, para disminuir los riesgos”.

¿Qué puede hacer la persona que ha estado acostumbrada a tomar antiinflamatorios, cómo reemplazarlos para tratar su dolor crónico u ocasional? Lo primero es saber de dónde viene la molestia. “A veces es suficiente con un relajante muscular o un analgésico, que son distintos a los AINE. Vaya con su médico de cabecera y converse”.

Y por si se siente mal un domingo o un feriado, tenga cerca el paracetamol, que no tiene mayor repercusión digestiva y una buena opción en el dolor leve a moderado. A medida que el dolor se controle, disminuya la dosis. Si se vuelve persistente, agende una cita médica.

La cúrcuma, para activar sus propiedades desinflamatorias, debe ir acompañada de pimienta. Foto: Shutterstock

Si está siguiendo un tratamiento con antiinflamatorios, sea preciso en la dosis y en el horario, y tómelos con el estómago lleno y abundancia de líquidos. No continúe tomándolos si tiene signos de alergia leves (ronchas) o graves (inflamación de la garganta, obstrucción de la vía respiratoria).

Síntomas asociados a la ingesta de antiinflamatorios: náuseas, llenura, sensación quemante en el estómago, heces negras.

Reemplazos naturales más amables que los AINE

Christian Zambrano, naturópata, dice que entre los posibles riesgos de los AINE, puede causar daño en la microbiota de las personas con gastritis erosiva o crónica, con colitis o divertículos. “Aparte de esto, puede haber complicaciones renales o cardiovasculares. Puede empezar a tener problemas de retención de líquidos, hinchazón en las piernas, pies, tobillos y manos, erupciones y prurito, que son procesos alérgicos, que pueden llegar a la asfixia”.

El dong el dong quai, similar al ginseng, tiene propiedades que alivian los cólicos menstruales. Foto: Shutterstock

Entre las alternativas están la fitoterapia y los fitofármacos, que tienen propiedades antiinflamatorias y antifebriles. “Hay plantas que ayudan mucho, como la ortiga, cuando se consume en extractos o en la alimentación, como parte de las ensaladas, y ayuda a disminuir los dolores por osteoartritis y artritis reumatoidea”.

Jengibre, sardinas, col crespa y otros alimentos antiinflamatorios que le ayudarán a su salud

Zambrano menciona el dong quai, un elemento natural con propiedades que alivian los cólicos menstruales, así como el té de jengibre. “Tenemos la flor árnica, que tiene como principio activo la helenalina, que ayuda en procesos antiinflamatorios”. Y la cúrcuma (curcumina), que para activarse debe ir acompañada de pimienta.

Un antiinflamatorio exclusivo para huesos y articulaciones es el magnesio. “Es la mejor opción en los dolores osteoarticulares, para reestructurar el sistema óseo y eliminar oxalatos cálcicos. El omega 3 es un ácido graso bastante bueno, cuando no está mezclado con otras sustancias. Es un buen antiinflamatorio y ayuda a cuidar el sistema vascular”.