Con letra y música de la quiteña Paulina Aguirre y de su colega y amigo ecuatoriano Ivis Flies, llegó a las plataformas digitales el tema Vamo’a sanar el pasado 18 de septiembre, incorporando la voz en idioma kichwa de la cantante chimboracense Yurak Pacha y el rap del artista mexicano-ecuatoriano Jahzeel.

Suenan en la canción instrumentos andinos como charango, pingullo, bombo legüero sobre ritmos afroecuatorianos. Está hecho, dice su autora, para reflexionar sobre una resistencia pacífica y asertiva ante la violencia.

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“Ningún gobernante puede sanar la herida”, canta de entrada Paulina, que desde su ciudad de residencia, Los Ángeles, recuerda el antepenúltimo debate presidencial, para ella lleno de promesas, pero no de propuestas sólidas, que se convirtió pronto en objeto de burlas.

“Creo que la peor esperanza que puede tener un pueblo es en las autoridades; la esperanza empieza por el trabajo individual de cada ser humano. Desde el espacio en el que me encuentro puedo impactar, si voy a ser la mejor versión de mí”.

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Aguirre dirige desde 2011 la Fundación Mujer de Fe para personas que sufren violencia. “Cuando llegué a vivir a Los Ángeles me topé con este fenómeno migratorio de mucha gente que cruzaba la frontera desde Centroamérica; yo iba a una iglesia y muchas de las mujeres tenían historias de terror”. Sabe que lo mismo han pasado los ecuatorianos inmigrantes. La fundación ayuda a las mujeres a través de las artes (música, artes visuales, pinturas, manualidades), con el tema de la no violencia.

“La persona que actúa en forma de violencia es un ser humano incompleto. Necesita tener una pistola a la mano para ganar validez o gritar o golpear, porque sin esa arma no tiene valor”.

Paulina Aguirre

“Pero también comencé a oír historias de mujeres. ‘Yo me subí en un trolebús allá en Quito, estaba yendo a matarme porque mi novio me había dejado y me había pegado, y en ese momento sale tu canción Esperando tu voz, que ganó el Grammy Latino (como parte del mejor álbum cristiano, 2009), y me puse a llorar como niña’”. No ha sido el único relato de ese tipo.

Vamo’a sanar es diferente a esa línea, explica Aguirre, y añade: “No porque yo no tenga fe, creo en el poder de Dios”. Pero ha querido dirigirse directamente a los ecuatorianos, inmigrantes o no. “La situación que vivimos como país es dolorosa, pero vamos a salir porque podremos ser un país pequeño, pero somos el más rico, cuatro regiones, la comida más increíble; nuestra gente lo ha puesto en alto en el deporte, en los negocios. Lo que pensamos de nosotros mismos es importante. Vamos a salir adelante”, opina, pues el arte también puede ayudar a sanar a un país.

Dos colaboraciones locales y muchos recuerdos

Paulina Aguirre eligió para cantar con ella a dos jóvenes talentos. Una es la intérprete y guitarrista Yurak Pacha Guillín, del valle de Colta, provincia del Chimborazo. Ella hizo la adaptación al kichwa de la letra y cantó un fragmento.

Las acompaña el cantante cristiano de música urbana mexicano-ecuatoriano y campeón de freestyle Jahzeel. Llegó a Ecuador en la niñez, como parte de una familia de misioneros, y ya como músico ha trabajado en cárceles de Ecuador y Colombia. Fue parte del grupo artístico R2C y ahora es solista.

Hablando de ellos, Aguirre recuerda su propia juventud en Ecuador. “No vengo de una familia rica, sino de una que tuvo una crisis económica y se fue a la bancarrota. Todos los domingos cuando iba a la iglesia le decía a Dios: ‘Quizás puedas hacer algo conmigo, porque no tengo plata, lo único que tengo es la voz y mis canciones’; viví con todo el bagaje de la necesidad y del hambre, porque mira, me gané una beca para estudiar (en una universidad privada), pero no tenía plata para comer. No me da vergüenza (en Ecuador a la gente le da pena decir estas cosas). No quiero hacer quedar mal a nadie, estoy hablando de mi experiencia. Lo único que quiero es dar aliento en medio de tiempos difíciles”.

No todo fueron Grammys, agrega. “He tenido el talento y las ganas, el hambre para salir adelante, la constancia, el aprender a ser disciplinada, a pesar de los problemas de TDA (trastorno por déficit de atención). No importa de dónde vengamos y las necesidades que tengamos, podemos tener una vida justa”.

De padre guayaquileño (su apellido de soltera es Rendón) y madre lojana, Paulina nació y estudió en Quito. “Me hice el examen de ADN, tengo 45 % de nativa ecuatoriana, indígena”. No tiene hijos (está casada con Pablo Aguirre), pero ha pensado en adoptar. Mientras tanto, sus canciones son como sus hijos. “Y también las causas por las cuales trabajo, mi objetivo es poder ayudar al mayor número posible de gente”.

Ha estado nominada cinco veces a los Grammy Latino y ha ganado uno. ¿Qué hace falta para que los artistas ecuatorianos ganen espacio en este tipo de premios? “Se requiere más organización, no es solo de lanzar un disco, es toda una estrategia de marketing, un cronograma de lanzamiento, mes a mes, hasta que sale todo el disco; ¿qué eventos harás con cada lanzamiento?, ¿cómo estás trabajando tus redes sociales?, ¿cómo harás con Google Ads y YouTube? Tienes que hacer rueda de prensa y conciertos. Yo empiezo gira en México el 7 de noviembre”.

La producción de Vamo’a sanar es de Ivis Flies y Pablo Aguirre, la dirección y producción del video estuvo a cargo de Justin Knodel y Paulina. El editor es Rick Alanis y la mezcla y masterización es del productor sueco Gustav Afsahi. (E)