Para un artista subir a un escenario y sonreír ante la multitud no siempre es señal de que todo está bien, el profesionalismo puede llevar simplemente a aplicar la frase popular, ‘el show debe continuar’. Y eso es lo que hizo James Hetfield, líder de Metallica, cumplir con su compromiso con el público, pero emocionalmente no se sentía bien.