Soñó con ser pelotero de gran fama, sin embargo alcanzó reconocimiento mundial en la música, a la que llegó luego de sufrir un accidente de tránsito. Rubby Pérez, el hijo de República Dominicana, disfrutaba al cantar y pedía morir en tarima, haciendo feliz a su público.
La madrugada del martes 8 de abril de 2025 cuando se presentaba en la discoteca Jet Set de Santo Domingo, una de las más grandes de su país, murió de manera trágica.
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Poco antes de la 1:00 de la madrugada, el techo del local se desplomó, arrebatándole la vida al intérprete de “Volveré”, “De color de rosa” y “El africano”, entre decenas de éxitos bailables.
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En la tragedia de la discoteca, hasta el pasado sábado, la cifra de muertes oficial se ubicaba en 226.
“Papá amaba lo que hacía”, dice hija de Rubby Pérez
Zulinka Pérez, segunda hija del querido cantante, cantaba junto a su papá en la ‘Jet Set’. Lo acompañó como corista por más de 20 años.
“Era estricto en tarima”, destaca.
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“Papá amaba lo que hacía. Papá no trabajaba. Mi papá disfrutaba”, cuenta al periodista dominicano Tony Dandrades.
Rubby Pérez: las canciones famosas de ‘la voz más alta del merengue’
Reveló un deseo del carismático artista. Premonitorio, dicen quienes la han escuchado.
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“Yo quisiera que Dios me diera la dicha de morir en tarima”, recuerda Zulinka y al tiempo señala: “Mira que Dios se la dio”.
Un amor especial por Venezuela
“Mi papá amaba a Venezuela. Decía siempre que Venezuela era su segunda patria. Me decía: ‘Venezuela me ha dado tanto. Me dio con qué vivir por muchos años. Yo soy domínico-venezolano”, señala su hija.
En Venezuela, a la que llegó en la década de los ‘80, tuvo la oportunidad de participar en una telenovela.
Destaca su hija Zulinka que en los bailes siempre preguntaba: “¿Aquí hay venezolanos?’ y empezaba a cantar Viva Venezuela mi Patria querida… y seguidamente interpretaba (la gaita Sentir zuliano) Cuando voy a Maracaibo”.
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En su última presentación no fue la excepción. Los videos dan cuenta de eso. El merenguero amó a Venezuela hasta el momento de su partida.
“Que me recuerden sonriendo”
Que le pasara algo y fuera expuesto de manera indebida le preocupaba a Rubby Pérez.
A Zulinka pedía algo especial: “Mi caja (ataúd) tapada. Que me recuerden sonriendo, bonito, cantando”.
(E)