El ex papa Benedicto, que murió este sábado 31 de diciembre a los 95 años de edad, fue el primer pontífice en 600 años en renunciar, dejando atrás a una Iglesia católica azotada por escándalos de abusos sexuales, sumida en la mala gestión y polarizada entre conservadores y progresistas.
Benedicto, el primer Papa alemán en 1.000 años, tenía buenas relaciones con su sucesor, el Papa Francisco, pero su presencia continua dentro del Vaticano después de que renunciara en 2013 polarizó aún más a la Iglesia ideológicamente.
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Muere el papa emérito Benedicto XVI
Los conservadores, por su parte, han considerado los movimientos de Francisco como progresistas, por lo que, alarmados, siempre vieron a Benedicto como el guardián de la tradición. No por nada le decían el ‘rottweiler de Dios’, apodo que se ganó en 1981 cuando fue designado para dirigir la Congregación para la Doctrina de la Fe, la oficina sucesora de la Inquisición.
No obstante, varias veces tuvo que decirle a admiradores nostálgicos a través de visitantes: “Hay un papa, y es Francisco”.
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El estado de salud del papa Benedicto XVI se había agravado en los últimos días
Los errores de Benedicto XVI
Benedicto XVI, profesor de piano y teólogo formidable, admitió que era un líder débil que luchó por imponerse a la burocracia opaca del Vaticano y tropezó de crisis en crisis durante su papado de ocho años.
Benedicto se disculpó repetidamente por el fracaso de la Iglesia para erradicar el abuso sexual de niños por parte del clero, y aunque fue el primer Papa en tomar medidas serias contra el abuso, los esfuerzos no lograron detener la rápida disminución de la asistencia a la iglesia en Occidente, especialmente en Europa.
Benedicto XVI cumple 95 años, débil fisicamente pero con lucidez
En 2022, un informe independiente en su Alemania natal alegó que Benedicto XVI no tomó medidas en cuatro casos de abuso cuando fue arzobispo de Munich entre 1977 y 1982.
Conmocionado por el informe, reconoció en una emotiva carta personal que se habían producido errores y pidió perdón. Sus abogados argumentaron en una refutación detallada que él no tenía la culpa directa. Los grupos de víctimas dijeron que la respuesta desperdició una oportunidad de un escándalo que sacudió a la Iglesia en todo el mundo.
La renuncia de Benedicto XVI
Benedicto será mejor recordado por conmocionar al mundo el 11 de febrero de 2013, cuando anunció en latín que renunciaba y les dijo a los cardenales que era demasiado viejo y frágil para dirigir una institución con más de 1.300 millones de miembros.
Benedicto XVI se defendió ante acusación de encubrimiento de abusos
Además tenía el difícil reto de seguir a su carismático predecesor, el Papa Juan Pablo II, quien murió en 2005. Benedicto lo reconoció en una sentida despedida. “Hubo momentos de alegría y luz, pero también momentos que no fueron fáciles... Hubo momentos... cuando el mar estaba embravecido y el viento soplaba contra nosotros y parecía que el Señor dormía”, dijo Benedicto XVI en su última audiencia general, una reunión de más de 150.000 personas.
Antes de renunciar formalmente, Benedicto y sus ayudantes eligieron unilateralmente el título de “papa emérito” y decidieron que seguiría usando la tradicional sotana blanca, aunque ligeramente modificada. Algunos en la Iglesia se opusieron, diciendo que debería haber vuelto a ser cardenal o sacerdote vestido de rojo o negro.
Benedicto XVI pidió perdón por los abusos sexuales y errores ocurridos durante sus mandatos
La Sede de San Pedro fue declarada vacante el 28 de febrero de 2013, cuando Benedicto se instaló en el retiro papal de verano en Castelgandolfo, al sur de Roma, mientras cardenales de todo el mundo se reunían en el Vaticano para elegir a su sucesor.
Después de la elección del papa Francisco el 13 de marzo, Benedicto se mudó a un convento reformado en los terrenos del Vaticano para pasar sus últimos años rezando, leyendo, tocando el piano y recibiendo amigos. Rara vez aparecía en público, generalmente para las principales ceremonias de la Iglesia. (I)