No ha sido un discurso oficial ni una fotografía de protocolo. El momento más comentado de la Navidad realeza británica llegó a través de una melodía y un gesto íntimo: la princesa Catalina y su hija Carlota tocaron juntas el piano en una escena que sorprendió y conmovió a la audiencia.
La secuencia fue incluida al inicio de la transmisión televisiva del tradicional concierto de villancicos organizado por Catalina y emitido por la cadena ITV el miércoles por la noche. Aunque el concierto fue grabado a inicios de diciembre, este fragmento no formó parte de la grabación original, lo que reforzó su carácter especial y casi privado.
Sentadas frente al piano, madre e hija interpretaron un fragmento de una pieza del compositor escocés Erland Cooper.
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Catalina acompañó con la mano izquierda, mientras que la princesa Carlota, de 10 años, asumió la melodía principal con la mano derecha, concentrada y segura, en un diálogo musical que evidenció complicidad y cercanía.
La escena fue filmada en una de las salas del castillo de Windsor, residencia real en los alrededores de Londres, y contrastó con la solemnidad habitual de los actos oficiales de la familia real.
El concierto, que reunió a unas 1.600 personas, estuvo marcado por un mensaje de esperanza. Durante el evento, Catalina habló del “poder de la solidaridad” en tiempos de incertidumbre, una referencia que cobró especial significado por su historia personal reciente.
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Tradicional misa navideña de la realeza
Este jueves, la familia real británica asistió a la tradicional misa de Navidad en la iglesia María Magdalena, en la finca inglesa de Sandringham, y el gran ausente fue Andrés Mountbatten-Windsor, hermano del rey Carlos III, tras el escándalo por sus vínculos con el pederasta Jeffrey Epstein.
Los príncipes de Gales estuvieron presentes con sus tres hijos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis, que hablaron con la multitud y recibieron flores y tarjetas navideñas.
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A las 15:00 GMT (10:00 de Ecuador), las cadenas emitirán el tradicional discurso del rey Carlos III, jefe del Estado británico, que esta vez ha sido grabado en la abadía de Westminster, en Londres, en vez de Sandringham. (I)

























