Una de las primeras cosas que hizo el chef Giulio Sturla cuando aterrizó en Ecuador junto con sus dos hijas, Coral y Giuliana, fue bañarse en nuestras playas y disfrutar del cálido clima que ofrece nuestro país. Nacido en Chile, Sturla estuvo de paso por Ecuador, donde se formó en la Escuela de los Chefs de Guayaquil, pero desde hace trece años reside en Nueva Zelanda, país al que llegó con su expareja cautivado por sus productos orgánicos y estilo de vida, pero el trópico sigue en su corazón. “Es lo primero que hago cuando vengo, meterme al mar, y llevo como cuatro o cinco días sin parar”.

En intercambio por esa refrescante bienvenida, el chef de 42 años también quiere brindar a los comensales ecuatorianos una probada de la cocina neozelandesa y de sus productos, algunos de ellos cultivados por él mismo, en una cena que tendrá lugar la noche de este jueves 2 de junio en el restaurante Casa Julián (Parque Histórico). Se trata de la tercera experiencia gastronómica preparada por Oro Verde Hotels con invitados internacionales que cocinan hombro a hombro con Javier Urrutia, chef ejecutivo de Casa Julián.

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Es una cocina muy pura, definida por su sabor orgánico, con productos que no se encuentran en otro lado. Por ejemplo, para mí, probar un cordero neozelandés no tiene comparación”, explica. “Es una isla que siempre tiene un nuevo aire, lluvias, abundante agua, es rica en minerales por su suelo volcánico, así que todo tiene un sabor específico. Los mariscos, su fruto de mar, se bañan de la isla, de sus arrecifes y algas y la producción de alimentos en tierra también es espectacular”.

El chef es el fundador de Eat New Zealand, un movimiento que impulsa los productos y cocina neozelandesa alrededor del mundo.

Su recorrido geográfico y cultural le permitió combinar estos ingredientes de alta calidad con los sabores de otras naciones en las que ha vivido y que también lo influencian. “Yo llevé una cultura más abierta, la intención de recrear los lugares y la memoria de sabores que tengo. Te puedo poner en la mesa un pan de yuca, una salsa de soya que la produzco yo mismo, los sabores del mediterráneo, el aceite de oliva, el tomate, productos que no son autóctonos de Nueva Zelanda, pero que se producen muy bien por la calidad de suelo y clima que tenemos allá”, detalla. “Es un país muy culto, saben lo que están comiendo y están muy dispuestos a probar cosas nuevas”.

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Sturla es dueño de MAPU, espacio de gastronomía experimental bajo la filosofía zero waste, donde diariamente invita a sus seis únicos comensales en una experiencia de cuatro horas a sorprenderse y a probar sus creaciones gastronómicas, como cena o almuerzo. “Yo no quise venir a cocinar a Ecuador, quise venir a darles de comer a las personas algo que nunca han probado y al mezclar esos ingredientes con un producto único como el ecuatoriano, será un sabor distinto sí o sí. La proteína y algunos vegetales son de aquí, pero he traído sabores madre, los llamo así porque son la base de mis preparaciones”.

El chef compartirá además con los asistentes la historia detrás de cada producto y plato, una parte esencial también de la experiencia en su cocina. “Para mí es muy importante que se sientan como en casa y estar allí para contestar lo que quieran saber, quiero que se emocionen tanto como yo cuando cocino en Nueva Zelanda y que nunca se olviden de lo que comieron esa noche en Casa Julián con nosotros”.

Entre los platos de Sturla para este encuentro gastronómico están un costillar de cerdo braseado y nectarinas, un atún aleta amarilla, aceite de cebolla salvaje y algas y una espumilla de mote y arrope de mora. Todo eso servido con vinos seleccionados para su maridaje.

Asimismo, el chef guarda una gran expectativa por compartir su experiencia con el equipo local. “Las mejores historias se comparten en la cocina. En mi restaurante de Nueva Zelanda yo trabajo solo y para mí, compartir con gente es un regalo muy grande”, expresa.

Ramón Salto, chef ejecutivo de Oro Verde Hotels, coincide en la intención de seguir ofreciendo momentos únicos a sus comensales. “Es la única cena que hará Giulio en Ecuador y queremos ofrecer algo diferente en todos los sentidos, no solo en los productos, sino en los vinos que escogemos y en la atmósfera en general; Giulio ofrece una experiencia soñada”.