Impresiona observar como se ha popularizado la cocina Nikkei en el mundo y en Ecuador. En los últimos 20 años, no creo que en nuestro país hayan abierto más restaurantes de otras gastronomías que de la Nikkei. Muchas personas aún la confunden con la japonesa. Es importante dejar en claro que no son lo mismo. Esta preserva la base de la japonesa, pero es realmente peruana, y se empieza a generar cuando se da la gran migración japonesa hacia el Perú, hace casi dos siglos.
Ubíquese el lector en la época de referencia, año 1860. Piense en lo poco comunicado que estaba el mundo en ese entonces, y sobre todo Japón, que vivía totalmente aislado del exterior. Pondere la escaza tecnología existente, misma que no facilitaba el comercio de bienes, menos de alimentos. En esos años, recién se fabrica el primer motor de combustión comercialmente.
Ahora, imagine lo difícil que debe haber sido para un japonés que migraba al Perú en aquella época, conseguir productos originales para replicar su cocina. Una odisea. Así, estos fueron sustituyendo insumos tradicionales por producto local en muchas de sus recetas, dando origen en las siguientes décadas, a una nueva cocina: La Nikkei.
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Hoy cada país incorpora sus propios productos, locales, para darle un toque nacional o para hacer nuevas creaciones. En nuestro país se pueden encontrar rollos con maduro, sal prieta, etc, aunque muchos restauran abusan y creen que a cualquier plato se le puede poner salsa de maracuyá, que la cocina Nikkei son solo rollos, o que toda debe llevar queso crema. Aléjese el lector de esas combinaciones terribles.
Oishi, en el segundo piso del centro comercial Jardines Plaza, en la vía a Ciudad Celeste, tiene platos interesantes y de buen nivel. Desde la cortesía de la casa, una galleta de arroz con pulpo a la oliva. Los Nigiris especiales de la carta tienen excelente materia prima. De hecho, de los mejores en calidad de producto y en sus cortes, que he probado. El mejor, el Entou de Salmón. También el de Pesca blanca trufada. El tako tare, de pulpo, tenía un problema que trataré más adelante.
Algunos de sus rollos también son especiales. Bien concebidos, sin combinaciones estrafalarias o fue de lugar, como el Kanji Roll, con Kani tempura, Masago, queso crema y cebollín, con topping de camarón al panko, salsa de la casa y anguila, flambeado.
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El plato de Sashimi variado tenía productos de buena calidad, sin embargo, el 50% del plato estaba cocinado, que no es lo que uno busca al pedir sashimi. El mismo problema que el tako tare. En este plato la pesca blanca, el salmón y atún, excelentes. Pero nos encontramos con láminas de pulpo cocido, camarón cocido, y algo que no debería estar, Kanikama, el equivalente a Chicken Nuggets de pescado, producto hecho en base a pescado curado, procesado y coloreado. En sashimi, no esperamos nada cocinado.
Oishi es un buen restaurante Nikkei, superior al promedio de la ciudad. (O)
