Sotheby’s expone en Nueva York algunas de las obras más icónicas que ha vendido a lo largo de su historia, creadas por artistas fundamentales del arte moderno y contemporáneo como Jean-Michel Basquiat, Andy Warhol, Frida Kahlo, Salvador Dalí y Banksy. Las piezas destacan por su ejecución, su recorrido histórico o los precios alcanzados en el mercado.
La exposición, titulada Icons: Back to Madison, puede visitarse hasta este domingo 21 de diciembre en el interior del edificio Breuer, en Manhattan. La muestra fue concebida tras la compra de este emblemático inmueble brutalista por parte de la casa de subastas. Una de las responsables del proyecto es la española Mercedes Lámbarri, directora de ventas privadas de gama media de Sotheby’s y especialista en arte contemporáneo y de posguerra.
“Nosotros no tenemos tantas veces la oportunidad de presentar obras únicamente por amor al arte. Nos dijimos que era momento de celebrar nuestra historia y a nuestros coleccionistas”, explica Lámbarri desde la sede neoyorquina de Sotheby’s. Según detalla, el proyecto se desarrolló durante un año y medio y, de todas las obras solicitadas, 25 compradores aceptaron cederlas para la exposición.
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Entre las piezas más destacadas se encuentra una de las célebres Marilyn de Andy Warhol. Shot Orange Marilyn muestra el rostro de la actriz sobre un fondo naranja, con los ojos a medio abrir y maquillados con sombras azules. El nombre de la obra se debe a que una amiga de Warhol disparó con un revólver contra varios cuadros de la serie, un episodio que, lejos de perjudicar su valor, incrementó su prestigio. La pieza fue vendida en 1998 por 17,3 millones de dólares y hoy se estima que su valor supera los 300 millones.
En una sala contigua se exhibe Girl without balloon, de Banksy, una obra que se volvió célebre en 2018 cuando el artista decidió triturarla parcialmente en el momento de su subasta.
Tras venderse por 1,5 millones de dólares, un mecanismo oculto se activó y comenzó a desintegrar la pieza. “Cundió el pánico, el mecanismo falló y se paró aquí”, explica Lámbarri, señalando la parte inferior triturada, mientras que el globo rojo en forma de corazón quedó intacto.
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Para Lámbarri, una obra se convierte en un “ícono” por múltiples razones: su rareza, la manera en que fue creada, el valor de mercado del artista o incluso lo ocurrido durante su venta.
Esa condición se refleja también en una pintura de Frida Kahlo incluida en la muestra, donde la artista se autorretrata con un loro sobre los hombros y un pequeño mono negro, animales que se cree le regaló su esposo, Diego Rivera. Es la única obra de la exposición que procede de un museo y no de un coleccionista privado, y fue vendida por primera vez en 1998 a Eduardo Constantini, fundador del Museo Malba, de Argentina.
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En la entrada del recorrido, el público es recibido por Untitled (1982), de Jean-Michel Basquiat, un lienzo de gran formato vendido en 2017 por 110,5 millones de dólares, lo que marcó un récord tanto para el artista como para una pintura estadounidense. La obra ha sido cedida para la muestra por el inversor Kenneth Griffin, director ejecutivo del fondo Citadel. “Tiene una potencia increíble”, señala Lámbarri al referirse al cuadro.
La exposición se completa con obras de otros nombres fundamentales, como Composition n.º II, de Piet Mondrian; 1949-A-n.º 1, de Clyfford Still; Gradiva, de Salvador Dalí. Y uno de los codiciados bolsos Birkin de Hermès, vendido en julio pasado por 8,5 millones de dólares. (E)






























