La Nueva gramática de la lengua española (NGLE) indica que la preposición «a» es obligada en algunos contextos, se excluye en varios y es potestativa en otros. En el uso u omisión de la preposición intervienen algunos factores como «la naturaleza personal o no personal del complemento directo (animacidad [dotado de movimiento]), la medida en que los nombres que designan cosas pueden asimilarse a los que denotan personas en ciertos contextos (personificación) o el hecho de que el grupo nominal lleve o no determinante (definitud)» (p. 2631).