Johnny Depp, quien presenta su segunda película como director, titulada “Modi”, en la sección oficial, ofrece una versión fallida sobre la vida del artista Amedeo Modigliani, ganándose nuevamente la reputación de ser impuntual en sus compromisos, armando un revuelo entre los periodistas presentes, que en su mayoría se alzaron y abandonaron la sala por la descortesía. A pesar de esto, quienes han trabajado con Depp suelen describirlo como una persona amable y considerada.
Desde su presencia en el Festival, donde halló un refugio artístico tras el escándalo mediático que lo rodeó durante su juicio contra Amber Heard y donde fue galardonado con el premio Donostia, se dice que la negociación para proyectar su filme fue sencilla. Su equipo contactó directamente al festival para que consideraran la película, centrada en tres días cruciales en la vida de Amadeo Modigliani en París, en 1916.
Los actores principales, Riccardo Scamarcio y Antonia Desplat, elogiaron su profesionalismo durante el rodaje, destacando su puntualidad y apoyo a la improvisación. Sin embargo, en cuanto a sus apariciones públicas, Depp ha mostrado un patrón poco profesional de retrasos en sus visitas recientes a España.
En su participación en el Festival Vasco, en años anteriores, y en el Festival de Sant Jordi en Barcelona en 2021, llegó con horas de retraso. Este año no fue la excepción, reduciendo el tiempo disponible para las entrevistas y dejando a su equipo con agendas desbordadas. Esta falta de puntualidad llevó a algunos medios a abandonar las entrevistas, frustrados por el cambio en las condiciones.
Durante la rueda de prensa, Depp reflexionó sobre su gratitud hacia el festival y su apoyo en tiempos difíciles, y habló sobre su visión del cine, valorando su simplicidad y humanidad. Al abordar el personaje de Modigliani, destacó la influencia del pintor en su propia vida artística, afirmando que ya no se enfoca tanto en los resultados de su trabajo en pantalla, sino en el proceso mismo.
La película “Modi”, que combina elementos cómicos y decisiones creativas poco acertadas, ha sido un proyecto de largo recorrido en Hollywood, con Al Pacino originalmente liderándolo antes de ceder la posta a Depp. Según el actor, fue una oferta imposible de rechazar cuando lo llamó, el mismo que representa un papel clave durante el clímax del filme.
La demora en la carrera de Depp como director desde su debut con “The Brave” en 1997 se debe, en gran parte, a la experiencia agotadora que tuvo durante ese rodaje, donde asumió demasiados roles. Aún así, la llamada de Pacino lo motivó a volver a dirigir, enfrentando los desafíos del mundo artístico y comercial de una manera que, según él, refleja su propio enfrentamiento con la maquinaria de Hollywood.
Depp utiliza igual tomas en blanco y negro (como si se tratara de una película muda de la época -con su homenaje a Buster Keaton incluido-), con una música contemporánea que rompe esquemas y que incluye a Bob Dylan, Tom Waits o Patti Smith, envolviendo textos de Rimbaud, Dante o Jack Kerouac, en inglés, francés e italiano. (I)