• Dignidad

    (...) nuestro valor como especie humana y el motor que ha impulsado nuestro desarrollo ha sido siempre la empatía...

  • Alada esencia

    No es de extrañarse que una figura de Meissen cueste doce mil euros, y un “simple” plato, dos mil.

  • Nunca más es ahora

    Las alianzas están claras, y sus consecuencias, pues, ya las vivió esa abuelita cuya sabia voz haríamos bien en escuchar.

  • La droga del futuro

    Llevo décadas observando un fenómeno en acelerado crecimiento: la desvergüenza del ignorante.

  • ‘Pawlatsche’

    El hogar es una fórmula mágica hecha de realidad y anhelo. Es una casa, un apartamento, un paisaje.

  • Feliz Navidad

    Dicen que la Navidad es mágica, y lo es: para los niños que gozan de los rituales y para los adultos que recuerdan, evocan...

  • Mis tierras

    Son los destinos de tres tierras los que determinan mi vida. Tengo solo dos pies, pero tres naciones y tres idiomas.

  • Fuerza verdadera

    (...) la inteligencia, el carácter, la verdadera valía se reflejan en la determinación con la que uno logra modelar la conducta...

  • El ruido de Trump

    No nos tapemos los oídos ni cerremos los ojos como haría uno ante el horror. No apaguemos nuestra voz...

  • Humanidad silenciosa

    (...) por qué seguimos permitiendo que los más ruidosos gobiernen en lugar de elegir la sensatez, la moderación...

  • La vida, un musical

    Cada generación está moldeada por la música que bailaron juntos, ...las ideas que les permiten amar al mundo.

  • Destello de eternidad

    Es desolador aceptar la mortalidad, reconocer que incluso la gente extraordinaria perece.

  • A mal tiempo…

    ... está en nuestras propias manos sobrevivir al amparo de la sabiduría popular y recordar que, a mal tiempo, buena cara.

  • Paisajes infinitos

    De pie en la cima, vemos picos más altos: no somos amos de la naturaleza ni tampoco súbditos.

  • Sanar la tierra herida

    Los habitantes de Leipzig aún recuerdan esa ciudad industrial y minera envuelta en niebla tóxica.

  • Varados

    Lo que daría porque fuera posible viajar a Ecuador en tren, arrullada por su cadencia y los paisajes alternándose...

  • A orillas del mar

    El rugido de las olas de Tonsupa y Playas todavía dicta el alocado ritmo de mi vida emocional.

  • Los dioses del fútbol

    Quizá por eso los griegos se cuidaban de invitar a los dioses a sus rituales deportivos y dedicarles sus triunfos.

  • Pienso, pero no existo

    Los políticos se limitan a repetir consignas polarizantes, como si la solución... existiera solo en el extremismo...

  • Sentirse viva

    Nada dura ni perdura. Permanece la ilusión, la traviesa visión del pasado que juega a proyectarse al futuro.

  • Maternidad sin velos

    La maternidad es una experiencia íntima como ninguna y a la vez es la conexión humana más radical y transformadora...

  • Bananas encocadas

    Sus peones terminarán en cárceles... mientras los reyes y reinas de la cocaína seguirán gozando de sus dulces viajes...

  • Ese libro que me acompaña

    La tinta electrónica carece de la sangre necesaria para celebrar el ritual sagrado de la lectura.

  • Primavera

    Me llenaré los ojos y el alma de su belleza. Me la guardaré como una se guarda los recuerdos de amores efímeros...

  • Tocaba como un hombre

    Un adorno, eso era el talento para las mujeres burguesas del siglo XIX, un atractivo, un punto a favor...

  • Llamar nazi a un judío

    (...) es lo mejor que ha podido sucederles a esos antisemitas y revisionistas que esperaban la oportunidad de salir del clóset.

  • Que se vayan ellos

    Esta “normalización” de la crisis es una estrategia de gobiernos fallidos ante el colapso de sus sistemas.

  • Esas muertes absurdas

    ¿Dónde está Dios entre tanta muerte absurda? Es quizá la pregunta más antigua que se ha hecho el ser humano...

  • Cinco minutos de fama

    Una bomba de una violencia inconcebible, inexplicable, injustificable ha explotado en Ecuador.

  • A gritos

    Ahora siento que llegamos a cada fin de año con esa misma sensación, como si viviéramos al borde del fin, al filo de la locura...