El cine animado está fuertemente asociado con las producciones de Hollywood y sus titánicos estudios Disney, Pixar, DreamWorks, Illumination. Latinoamérica también desea tallar su nombre en este popular género con sus propuestas que, aunque no se producen en la misma escala, ofrecen el mismo encanto y simpatía con sus personajes e historias. La más reciente es la nueva película Dalia y el libro rojo, que está disponible en cines a nivel nacional desde el jueves 7 de noviembre.
Aunque es un título con nacionalidad argentina, los esfuerzos para su producción tienen más de una bandera y una de ellas es ecuatoriana. El estudio Matte, con sede en Quito, es uno de los coproductores del largometraje que lleva a la pantalla grande una extraordinaria mezcla de técnicas de animación, como stop-motion, maquetas 3D y CGI (imágenes generadas por computadora). Los otros estudio son FilmSharks, Vista Sur y Mi Perro Producciones, de Argentina; Cine2, de Brasil; Signos Studios, de Colombia; Doce y Mr. Miyagui, de España; y Golem, de Perú.
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Los productores Juan Fernando Terán y Andrés Aguilar, socios de Matte y a cargo de la distribución del filme a nivel nacional, justamente se presentaron en la premier del título el miércoles 6 de noviembre, muy orgullosos de poner al país en alto. “Por primera vez Ecuador está dentro de los socios que produce una película de este nivel. Dalia es muy emotiva, para toda la familia, invita a la creatividad y la creación de tus propias historias”, resaltó Terán.
De qué se trata la película animada Dalia y el libro rojo
Imagina que empezaste a escribir una historia, pero no la terminas. Allí quedaría el texto, olvidado e inerte, de no ser porque los personajes de la narración exigen con violencia el final de la obra y, más que nada, reclaman el protagonismo. En este meollo se encuentra Dalia, una adolescente que ha heredado de su padre la afición por escribir, visto como el oficio de crear con las letras mundos imposibles.
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En efecto, Dalia y libro rojo nos presenta las etapas de la creación de esta historia de la cual realmente no sabemos de qué va, pero que tiene una razón de ser que, como es de esperarse, se desenreda hacia el final de la película.
Cuando era niña, Adolfo, el papá de Dalia, le prometió crear un personaje al gusto de la pequeña, para un libro que lamentablemente deja inconcluso tras su muerte (el dichoso libro rojo). Ella había escogido una cabra, motivada por un peluche con esta forma. En el conflicto literario el animal se convierte en su amigo y aliado cuando los otros personajes de la historia (una loba y un búho) la raptan dentro de ella para que concluya el texto.
“Yo no soy escritora, a mí solo me gusta escribir” es una frase que resume las inseguridades de la joven heroína. Al mismo tiempo se convierte en el mantra que la acompaña en el desarrollo de la exigida y necesaria trama, la cual ocurre en un universo alternativo con escenarios steampunk y arpías antropomorfas (da orgullo ecuatoriano ver al cóndor). Se trata de un filme sobre la importancia de creer en lo que creas, del poder de las historias, y del poder del lector para que éstas sigan vivas. Todo esto enlazado con las emociones del duelo y la sanación.
Dalia y el libro rojo fue escrita y dirigida por el argentino David Bisbano, que tiene a su haber otros títulos animados, como Rodencia y el diente de la princesa (2012) y Valentino y el clan del can (2008). Luego del estreno en Latinoamérica, se ha previsto que el filme llegue al streaming, por medio de Disney+.
Seguramente muchos querrán ver en una sala de cine el resultado de este trabajo en conjunto entre seis países y con manos ecuatorianas. Y quienes lo hagan se llevarán un inesperado regalo.
La proyección de la cinta está precedida por un corto desarrollado por Matte, que reafirma la creatividad y capacidad artística de este estudio. “Ecuador tiene una particularidad en esta proyección. En todo los países donde se proyecta Dalia, vamos a pasar un cortometraje que se llama El extraño caso del hombre bala, un corto 100% ecuatoriano producido por Mate, Inquieto Films e IntiFX”, explicó Terán. “Es uno de los cortos más premiados de Ecuador, con 60 selecciones y más de 22 premios. Es un deleite que también lo puedan ver en el cine”. (E)