El intento de Tim Burton por recuperar lo que alcanzó con su comedia de terror de los años 80, salió triunfante. Y es que en Beetlejuice Beetlejuice, presenta nuevamente un mundo donde los espíritus y fantasmas existen a través de escenas llamativas y la continuación de la juguetona historia del filme original.
La película que aperturó de la 81ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia, es un intento lúdico de reanimar a los queridos personajes vivos y muertos que se encuentran entre un pueblito, gusanos de arena, melodías y un tren del alma que va al más allá.
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La actriz Winona Ryder retoma su papel de Lydia Deetz, la valiente heroína gótica de la película original.
Ahora es una adulta con su propio programa de entrevistas exitoso: investiga casas encantadas e intenta lograr la paz entre sus propietarios y los espectros que se niegan a abandonar el local.
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Ella es extremadamente neurótica y depende de su productor/novio llamado Rory (interpretado por Justin Theroux) para mantener la calma en su día a día.
Al volver a visitar su ciudad natal de Winter River para Halloween, Lydia se burla de los recordatorios del viejo demonio de su adolescencia (Michael Keaton) y se esfuerza desesperadamente por proteger a su gruñosa hija Astrid (Jenna Ortega) cuando se da cuenta que ella está en peligro y que su enemigo, había regresado nuevamente.
Parece que Burton se ha permitido divertirse a través de la cinta, que tiene una duración de 1 hora 44 minutos, está llena de chistes, frases ingeniosas y secuencias espeluznantes y divertidas.
Este jueves 5 de septiembre llegó al país. El filme reúne además a los actores Catherine O’Hara, Monica Bellucci y Willem Dafoe. (E)