El 9 de julio de 1982, en una festiva ceremonia, se entregó al deporte guayaquileño el complejo de piscinas del Centro Cívico, una bella instalación con una pileta de 50 metros y otra de 25 metros, graderías para dos mil personas, camerinos, oficinas, carrileras importadas y otras comodidades. Para el Mundial 1982 hubo en ella una fiesta maravillosa. Se realizó allí, por primera vez, la competencia de polo acuático femenino con tribunas llenas.