Si hay algo que David Guetta puede lograr en cualquier lugar es encender la fiesta a la máxima potencia y su concierto en la Feria de Durán no fue la excepción, ya que además lo acompañaron 130 luces robóticas, cortina de led y pirotecnia, aunque su actuación no duró más de tres horas, como se esperaba.

El tráfico, la lluvia ni el retraso del show por una hora fueron un impedimento para que el viernes pasado más de 10.000 corazones latieran al compás del beat que impuso el DJ más cotizado del momento.

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“Vendo entradas, vendo entradas”, “lleve Guetta Box”, gritaban los revendedores, pasadas las 19:30, afuera del recinto ferial. Al mismo tiempo, los autos se apretujaban para entrar al estacionamiento y varios jóvenes caminaban a paso rápido para conseguir una buena ubicación entre el público de este concierto, que contó con una buena organización, según manifestaron algunos, como el cuencano Juan Carlos Placencia, quien vino exclusivamente para el show.

Al principio hubo preocupación entre los espectadores, por la fuerte lluvia que se desató durante casi cuatro horas. Muchos optaron por comprar encauchados y otros llevaron paraguas. Pero finalmente no hubo mayor opción, la gente ignoró el aguacero, los charcos y el lodo para disfrutar del espectáculo. Los jóvenes más osados hasta se quitaron las camisetas.

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Las tribunas lucían completamente llenas y miles de lucecitas blancas se levantaban entre la multitud. Eran los flashes de las cámaras y de los celulares que grabaron parte del show

Pero este concierto no fue como cualquier otro ni siquiera su duración fue igual. Fueron casi siete horas de intensa música electrónica, con un escenario de 30 metros de ancho, por el que circularon un DJ nacional y dos extranjeros antes de que finalmente aparezca David Guetta, pasada la medianoche.

Y aunque la gente esperó ansiosa la presencia del DJ parisino, antes pudo calentar motores con música house y dance de los teloneros. El público, que era principalmente joven, con edades entre 18 y 30 años, aprovechó la previa para comprar cerveza, mientras siguieron llegando más personas.

La actriz Sofía Caiche, que se encontraba en la localidad de Guetta Box, manifestó: “Lo único que no nos acompaña es la lluvia, pero ni eso pudo impedir este gran concierto”. El extenista Nicolás Lapentti también estuvo entre el público. “Lo vi anteriormente en Ibiza y la verdad es que es un fenómeno, estoy seguro de que va a hacer vibrar a la gente”, dijo.

A la media noche, cuando ya el público empezaba a dudar de si Guetta aparecería y bromeaba sobre ello, el DJ, que horas antes arribó a la ciudad en su jet privado, irrumpió en la tarima con un juego de luces impactantes, para tocar Titanium. La audiencia lo ovacionó y levantó los brazos, que desde allí no se volvieron a bajar más.

Saltos, baile, aplausos y gritos del público fueron los que acompañaron a los temas más escuchados en las discotecas del momento. Sexy Bitch, Love Is Gone, One Love, I Can Only Imagine, Memories, Without You, entre otras. Además de temas más experimentales, no tan relacionados con la onda pop.

Guetta, que mostró una sonrisa durante todo el concierto, no solo mezcló los temas con sus equipos electrónicos, sino también interactuó con el público. “¿Dónde es la mejor fiesta: en Quito o en Guayaquil?”, preguntó en un momento. En otro, ondeó una bandera de Ecuador y constantemente animó al público a levantar los brazos y a corear algunos extractos. Detrás, en la cortina de led gigante, se proyectaron figuras geométricas al ritmo de la música, que fascinaron al público. Algunos jóvenes fueron más desenfrenados que otros, pero el ambiente amistoso reinó en lo que fue para muchos una verdadera fiesta electrónica.