Relata que un día María Paulina Briones, quien dirige el espacio cultural Casa Morada, le contó que en ese lugar el escritor Jorge Velasco Mackenzie realizaría un taller de narrativa. Y la invitó a asistir. Andrea Crespo Granda acudió y llevó unos textos que tenía escritos. Velasco los leyó y dijo: “Esto es poesía”. Y Briones acotó: “Eso es lo que le vengo diciendo”.