Luego del reciente triunfo de Javier Milei en Argentina y la posesión de Daniel Noboa en Ecuador, decidí escribir una segunda parte para conocer cómo son percibidos estos nuevos gobiernos.

Para comprender la percepción inmediata de los agentes económicos, conocemos que el riesgo país Argentina –hasta el 24 de noviembre– bajó de 2.400 a 1.962 puntos, mientras que el de Ecuador –hasta el 23 de noviembre– subió de 1.750 a 1.925 puntos.

Anuncios realizados por Milei, de privatizar Yacimientos Petrolíferos Fiscales –YPF– (parte de privados); de reformar el Estado y bajar el gasto público, redujeron el riesgo país y subieron 64 % la acción de YPF, cotizada en Nasdaq NY.

En Ecuador, en cambio, luego de una visita del presidente Noboa a los EE. UU., el riesgo país subió casi al nivel de Argentina, concluyendo que a los agentes económicos les preocupa la incipiente caja fiscal que en noviembre no llegaba a $ 180 millones.

Más que un ministro de finanzas, Ecuador necesita un buen tesorero de la nación, que haya diagnosticado la situación fiscal y prepare un plan inmediato para obtener nuevos recursos que solventen los gastos hasta fin de año, que elabore el presupuesto de 2024 y baje el gasto público, sin descuidar salud, educación, obras públicas y sector eléctrico.

Para estimular el crecimiento económico y bajar el riesgo país, propongo estas medidas:

1.- Intervenir con equipos especializados las más importantes instituciones, como EMCO, Petroecuador, Flopec, CNT, CNEL, Celec, IESS, CFN, BanEcuador y Sercop. Hay que fusionar o eliminar las que no funcionan y reducir el exceso de nómina.

2.- Solicitar un informe jurídico a cada empresa pública sobre sus contingentes contables o legales y su potencial efecto económico. (Existen juicios millonarios e injustificables entre empresas del Estado).

3.- Solicitar un informe a Procuraduría sobre todos los juicios pendientes, a favor o en contra del Estado, y los posibles contingentes económicos que tendremos para 2024 (caso Chevron por ejemplo).

4.- Ordenar la reparación y mantenimiento inmediato de centrales hidroeléctricas y termoeléctricas para eliminar los apagones.

5.- Priorizar la exploración y explotación del gas natural del golfo de Guayaquil, porque tendremos energía barata, menos contaminante, pudiendo reducir el subsidio al diésel y GLP en, aproximadamente, $ 900 millones anuales. Según Petroecuador, el subsidio a los combustibles se proyecta en $ 3.260 millones a fin de 2023.

6.- Intervenir el IESS, cambiando sus procesos con la aplicación de inteligencia artificial y evitar la corrupción en compras públicas.

7.- Intervenir las refinerías del Estado para mejorar su eficiencia.

Estimo que, en el corto plazo, se puede bajar el gasto público en $ 500 millones y, por el lado de los ingresos, en el mediano plazo mejorar la producción de petróleo en 100.000 bpd y la de gas natural paulatinamente, sustituyendo el equivalente de unos 100.000 bpd; notaremos en pocos meses la reducción del riesgo país por la percepción de los agentes económicos ya que habrá mayores ingresos al presupuesto del Estado. (O)