Afuera del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses, el ambiente es de tristeza y desesperación. Ahí permanecen desde la tarde del martes pasado padres, hermanos, parejas y amigos de cientos de reos en espera de noticias. Aunque algunos de ellos aún guardan la esperanza de que su familiar esté con vida, otros ya han recibido la confirmación desde el interior de la Penitenciaría del Litoral sobre el asesinato de su allegado en medio de la revuelta del martes pasado que ha dejado unos 116 muertos y más de 80 heridos. Muy pocos han sido notificados oficialmente por la Policía.