Óscar Jeanpiere Pérez Mejillones, de 19 años, y su hermano Elkin, de 17 años, fueron hallados muertos en una plantación de palma africana del recinto San Roque del cantón El Empalme, en la provincia de Guayas.
Ambos fueron baleados la tarde del martes, sin embargo, la mañana de este jueves pudieron ser identificados.
Los fallecidos eran oriundos de Guayaquil y estaban en una clínica de rehabilitación ubicada en la vía a la parroquia La Guayas, del cantón El Empalme Hasta ese sitio, según testigos, llegaron hombres armados para sacarlos a la fuerza y luego matarlos.
Los balazos fueron directos, en el tórax y en la cabeza.
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Los habitantes del recinto San Roque indicaron a la Policía que antes del hallazgo de los cuerpos escucharon varios disparos, al salir a ver qué ocurría encontraron los cadáveres cerca de la orilla de la carretera en el interior de las plantaciones de palma africana.
El cadáver de Elkin Pérez era el más visible, mientras que su hermano permanecía cubierto con la maleza.
Los vecinos del sector dijeron desconocer a los fallecidos. Indicaron que no eran de la zona, por ello no pudieron identificarlos inmediatamente.
Ante los comentarios de la gente, que indican que fueron sacados a la fuerza de una clínica de rehabilitación, la Policía acudió hasta dicho lugar ubicado en la vía a la parroquia Guayas, pero al llegar al sitio no había nadie que pudiera dar información o corroborar lo dicho por la comunidad.
Ante ello, los agentes siguen con el proceso de investigación para poder aclarar el hecho violento.
Lo ocurrido preocupa a los propietarios de las clínicas de rehabilitación y a los familiares de los internos, quienes temen que algo similar se repita.
‘Si la situación sigue así de complicada, yo voy a cerrar la clínica, tengo aquí a varios jóvenes y no puedo arriesgar sus vidas ni la mía, si no hay garantía para seguir sosteniendo este proyecto tendremos que desistir’, indicó el propietario de una clínica de rehabilitación.
El director dijo además que en los centros reciben a adictos de diferentes partes del país. Aseguró que algunos de los ‘pacientes’ en sus ciudades natales han tenido conflictos con personas que integran organizaciones delictivas y son estas las que los buscan por ‘cielo, mar y tierra’ para ajustar las cuentas.
En Quevedo, el pasado 3 de marzo, la Policía recibió la alerta de un atentado en una clínica de rehabilitación de la parroquia rural San Carlos, donde desconocidos llegaron durante la noche y dispararon contra la puerta principal del centro. El director dijo desconocer los motivos del ataque. (I)