Con un escenario de rosas y frutas dibujando un símbolo indígena, pasadas las 11:00 de este martes y de manera reservada, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) instaló en la comunidad Cachiviro, ubicada en Otavalo (Imbabura), la asamblea comunitaria para iniciar el proceso de justicia indígena en contra de catorce legisladores de Pachakutik (PK) por sus actuaciones en la Asamblea Nacional.
“Vengo a dar la cara, porque el que nada debe, nada teme”, manifestó el asambleísta José Chimbo, presidente de la comisión de Ética de la Asamblea Nacional. Él llegó hasta el sitio para aclarar su accionar legislativo y exhortar al movimiento indígena a “buscar la unidad diciendo las verdades y que no se desinforme”.
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Chimbo fue el único de los catorce asambleístas de PK convocados por el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, a este cónclave, cuya finalidad era realizar una “sanación” indígena por el llaki (daño) en el que incurrieron por supuestamente haberse alineado al gobierno de Guillermo Lasso dando paso a la aprobación de políticas neoliberales.
Otros asistentes fueron Mireya Pazmiño y Peter Calo, que no son parte de los acusados, pues ellos están entre los nueve legisladores de esa bancada que se declararon en rebeldía a la coordinación nacional de PK y que se inclinaron por el mando de Leonidas Iza.
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En tanto, los otros trece: Guadalupe Llori, Rafael Lucero (coordinador de bancada), Ricardo Vanegas, Efrén Calapucha, Jessica Castillo, Rosa Cerda, José Chumpi, María Enríquez, Gissella Molina, Édgar Quezada, Sofía Sánchez, Ligia Vega, Cristian Yucailla no asistieron, así como tampoco Marlon Santi, coordinador nacional de PK.
Ellos enviaron una carta a Iza este martes, en la que le informaron que no están dispuestos a someterse al “abuso de un presidente de la Conaie que quiere hacer palestra política a costa de nuestro ejercicio como asambleístas, pretendiendo menoscabar nuestro trabajo responsable”.
Lo acusaron de tener una actitud “totalmente errada, absurda, ilegal, arbitraria e ilegítima”, pues se “arroga funciones que no tiene, al pretender sancionarnos aplicando la justicia indígena, sin tener competencia ni jurisdicción”.
A Iza le preguntaron: “¿Cuál es el ejercicio de derecho que la Asamblea Nacional, por nosotros representada ha menoscabado, para que, de manera arbitraria, no lógica, no coherente, se llame a la comparecía en nuestra calidad de autoridades?”.
Iza alegó que ese proceso era para buscar un cambio de actitud de los legisladores, pues no se quiere imponer u ordenar. Pero aprovechó para recomendarles que busquen ser parte de otros movimientos políticos como CREO, si no se sienten cómodos, para que así puedan avanzar “con la idea del neoliberalismo”.
Trece legisladores de Pachakutik no están dispuestos a someterse a ‘abusos’ de Leonidas Iza
Chimbo, quien no suscribió esa carta, relató el trabajo que ha hecho “fortaleciendo en las comunidades el pluralismo jurídico”, y que en el marco de la autoridad de gobierno y de administrar su justicia, acudió para conocer cuál es el debido proceso que le aplicarían.
Expuso su desacuerdo por el fondo y la forma con la que los nueve asambleístas se declararon en rebeldía, el pasado 15 de diciembre. Por eso se presentó, para dar “una respuesta mirando a los ojos y viendo a la cara”.
En una entrevista en Teleradio, la legisladora Patricia Sánchez cuestionó a sus coidearios que no asistieron a esta sanación.
“Resulta que van a buscar el voto en las comunidades de base, juran que van a cumplir los ideales, pero cuando las comunidades de base que les dan el voto les piden rendición de cuentas: ‘no’, ahora sí son de Pachakutik y ‘a mí solamente me juzga el Comité de Ética de la Asamblea’. Eso se llama oportunismo”, les dijo.
Iza, por su parte, aclaró que este procedimiento es reservado y rechazó los niveles de “espectacularización” que se hicieron a su decisión; además, que las notificaciones no fueron públicas porque este acto es el Kapak Raymi, tiempo del Sol recto a las 11:59.
Con esa referencia se montó un símbolo indígena hecho con rosas y frutas, para ahí someterlos a la “sanación”.
Iza reconoció que hay un “problema real” de división en Pachakutik, porque no se respetan las decisiones de las bases y eso lo obligó a instalar esta asamblea.
Añadió que no está en disputa si él tiene o no la razón, o si es o no procedente el proceso, y que no era para sancionarlos con el uso de agua, ortiga y fuete, pues “jamás se hizo alusión a estos elementos”, sino que informen lo que ocurre internamente y sobre ello “resolver el nivel de responsabilidad en el avance de la política neoliberal”.
Tras este primer llamado, al que no acudieron los trece legisladores, Iza no descartó llamarlos una segunda y tercera vez antes de tomar una resolución. (I)