Mientras gerenciaba el comercio internacional de crudo en Petroecuador, Nilsen Arias Sandoval tejió un entramado entre empresas estatales extranjeras, compañías petroleras privadas, intermediarios financieros, sociedades de papel y otros funcionarios públicos. El Departamento de Justicia de Estados Unidos desenredó la madeja y estableció seis esquemas de sobornos en su acusación contra Arias por posible lavado de dinero, la cual se hizo pública el martes pasado.