Los hechos de violencia que vivió en el país en el contexto del último paro nacional, registrado entre el 13 y el 30 de junio, afectaron tanto a manifestantes como a servidores de las fuerza pública. Los hermanos Juan Manuel y Luis Armando Sislema, decidieron participar voluntariamente en las protestas en su natal Chimborazo el 17 de junio, cuarto día de movilizaciones, sin saber que serían alcanzados por perdigones que los mantienen hasta ahora hospitalizados y en estado crítico. Mientras en Azuay, el mayor William Egas recibió una pedrada en la cabeza que le costó 20 puntos de cirugía, pero afortunadamente no la vida como en el caso del sargento José Chimarro, fallecido en un ataque en Sucumbíos.