Desde el 2 de septiembre pasado, Álex Bravo, exgerente de la estatal Petroecuador y pieza clave en la trama de corrupción ocurrida en esa institución, goza del beneficio penitenciario de régimen semiabierto, es decir, salió de la cárcel para cumplir el resto que le queda de condena usando un grillete electrónico, presentándose todos los sábados desde el 10 septiembre último y con prohibición de salida del país.