Pese a que fueron retirados de la zona los agentes policiales y militares dispuestos desde el domingo último dentro y fuera de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) y en el parque El Arbolito, en el norte de Quito, y que se logró el ingreso de manifestantes al ágora de la CCE, la dirigencia indígena asegura que “no regresarán al campo con las manos vacías”, es decir, sin que se les cumplan los diez puntos que exigen.