Unos no quieren quemar personajes, sino hechos o momentos de la política ecuatoriana que, a su criterio, han sido bochornosos en este 2022. Otros sí le ponen nombre y apellido a sus monigotes —reales o simbólicos—, pues creen que nada bueno han dejado para el país o para su situación personal. Algunas autoridades, políticos y activistas cuentan a este Diario qué o a quién lanzarían a las llamas a la medianoche de este 31 de diciembre.