Como un hecho con miras a convertirse en “un escándalo mundial, impensable e incluso hasta repudiable por la comunidad internacional” y que representa una violación por parte del gobierno ecuatoriano la embajada de México en Quito, califican diplomáticos y expertos en Derecho Internacional el ingreso de elementos de un cuerpo de élite de la Policía Nacional, registrado la noche del 5 de abril, para detener al exvicepresidente Jorge Glas.