Así como en el caso Metástasis los celulares del narcotraficante Leandro Norero, luego de ser periciados, dieron pistas de quiénes eran parte de una “empresa criminal” liderada por él para obtener fallos judiciales y beneficios penitenciarios, en el caso Purga la información (chats, videos, fotos) encontrada en un celular de Mayra S., comunicadora y publicista procesada en el primero, ha sido la base para construir la relaciones que existieron entre los líderes de un “grupo criminal” que captó la administración de justicia en Guayas.