Desde el 2 de octubre de 2024, el control de la Asamblea Nacional pasará de manos socialcristianas a correístas, recayendo la presidencia en la legisladora Viviana Veloz, y, con ello, no solo habrá un giro en la agenda legislativa, sino que también se vendrán cambios en al menos una veintena de cargos de nivel administrativo estratégico, que son parte de las atribuciones del titular del Legislativo.