Vivirá para contarlo. Un pescador corrió con la buena suerte de que el tiburón que se le acercó, tras caer al océano, solo “vino a olfatearme”. Así dijo a los pescadores que lograron rescatarlo 23 horas después de quedar a merced de las aguas.
A ese hombre literalmente lo salvó su reloj. Para las autoridades, el hecho de que otros pescadores con vista de águila lo divisaran fue un “absoluto milagro”.
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El sujeto, dedicado a la pesca, sufrió el percance el martes 2 de enero de 2024. Perdió el equilibrio y se precipitó al océano “frente a la Isla Norte de Nueva Zelanda”, reseñó Noticias Telemundo el jueves 4.
De acuerdo con el sargento Will Hamilton, el suceso se registró mientras “intentaba pescar un pez aguja (marlin, en inglés).
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Qué pasó en la pesca
El solitario pescador, identificado en Newshub como Will Fransen, estaba de pesca en un “barco Betty G de 40 pies”.
De repente, “no pudo agarrarse a esta porque serpenteaba”, explicó el sargento. Fransen recordó para 1News que “el pez se sacudió y lo levanté y la barandilla de seguridad se salió de su posición y al instante rodé hacia el agua”.
Para salvar su vida quiso nadar hasta las islas Aldermen, a unas 35 millas de la costa este de la Isla Norte. No pudo. Estaba agotado y en esas condiciones debió pasar “una noche fría en el océano”.
Había dos barcos cerca de mí desde el principio a los que intenté gritar y saludar sin éxito
A medios de Nueva Zelanda contó luego: “Tuve frío bajo el sol a media tarde y estuve temblando durante unas 15 horas”.
También narró un momento de gran angustia: “Un tiburón pasó y me olfateó”. Señaló que siguió nadando y recuerda que empezó “a alucinar bajo el sol”.
Pescadores con vista de águila atraídos por el reloj
El pescador estaba agotado, pero no se rindió. Amaneció y divisó otra embarcación y vio la mejor oportunidad para salvarse.
De manera desesperada, narraron en Telemundo, trató de llamar la atención y para ello “usó el reflejo del sol en su reloj”.
El teniente Hamilton celebra la reacción tanto del pescador como de los tres ángeles que fueron, sin estar muy seguros, al rescate.
El trío de pescadores tiene “ojos de águila”, destacaron en la cadena noticiosa porque advirtieron, a lo lejos, un “reflejo inusual”. Movidos por la curiosidad se fueron acercando en el barco.
Para su sorpresa –y salvación del otro- el capitán de esa embarcación, Max White, y dos hombres más hallaron al hombre en la inmensidad del océano.
Vimos un brillo probablemente a 600 metros de distancia. A medida que nos acercábamos, creo que fue Max quien dijo: ‘Creo que es una persona’.
James McDonnell
Aferrado a una boya durante dos días pescador peruano fue rescatado a 30 millas de Manta
Lo rescataron y llevaron a tierra firme. “Estaba desesperado... lo envolvimos en varias capas y tomó un poco de agua tibia y jugo de arándano”.
Los paramédicos de la ambulancia que lo esperaban notaron, de inmediato, que “estaba hipotérmico y exhausto”.
El teniente está convencido de lo que pasó: “Es un absoluto milagro que el pescador siga vivo después de la terrible experiencia”, añadió, según reseñó Telemundo.
El capitán Max White está feliz con el final de esta historia. “No olvidaremos esta experiencia”, dijo.
El rescatado se recupera. No encuentra palabras para agradecer el gesto de amor tan importante que hicieron Mike, Tyler y James al ir a buscarlo.
Por si se lo pregunta, usted, que ha leído esta historia, les contamos que sí... el pescador, destacó Telemundo, tiene aún su reloj “salvavidas”.
(I)