Este martes se recuperaron 36 cuerpos de una mina de oro abandonada en Sudáfrica, donde ‘unos cientos’ de mineros clandestinos están encerrados desde hace meses.
Se trata de una operación policial contra la minería ilegal que comenzó en el 2023, y que consiste en interrumpir el suministro de provisiones a los mineros que trabajan extrayendo oro sin permisos ni regulaciones.
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El acceso a la mina está acordonado por la policía desde hace meses, con el objetivo arrestar a cientos de mineros clandestinos a su salida.
Hoy, además de los 36 cuerpos, también fueron rescatados más de 20 mineros debilitados.
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Una empresa de rescate minero envió el lunes una gran jaula para rescatar a los mineros en el lugar, cerca de Stilfontein, a unos 150 kilómetros al suroeste de Johannesburgo. La operación de rescate debe durar diez días.
Se desconoce cuántas personas se encuentran todavía en este pozo aurífero de casi dos kilómetros de profundidad, pero la policía indicó que podrían haber varios centenares.
Nueve cadáveres fueron extraídos del pozo la víspera y otros 27, “declarados muertos”, el martes, indicó un comunicado de la policía.
Johannes Qankase, un jefe de la comunidad, dijo el martes que 26 personas habían sido rescatadas.
Los supervivientes “están muy enfermos y muy deshidratados. Lo podemos ver, están casi moribundos”, afirmó.
Las actividades de los mineros están mal vistas tanto por las empresas mineras como por los habitantes locales, que las asocian con un aumento de la delincuencia.
No está claro cuántas personas se encuentran en la mina. A mediados de noviembre se afirmó que había hasta 4.000 personas bajo tierra, pero la policía estimó que la cifra era probablemente de unos cientos.
Seis cuerpos fueron extraídos a inicios de diciembre del pozo 11, pero aún podría haber más bajo tierra. (I)